El Papa León XIV defendió este jueves la dignidad de los migrantes en un discurso ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, al definirse como “un ciudadano, descendiente de inmigrantes, que a su vez ha emigrado”. Sus declaraciones se dieron en clara contraposición a políticas restrictivas como la propuesta de autodeportación impulsada por el expresidente estadounidense Donald Trump.
“Cada uno de nosotros puede encontrarse en diversas situaciones a lo largo de la vida, pero la dignidad de cada persona siempre es la misma, como una criatura amada por Dios”, afirmó el pontífice.
Durante su mensaje, León XIV hizo un llamado directo a presidentes y jefes de Estado, a quienes instó a construir “sociedades civiles armónicas y pacíficas”.
“Nadie puede eximirse de favorecer contextos en los que se tutele la dignidad de cada persona, especialmente de aquellas más frágiles e indefensas, desde el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo al desocupado, sean estos ciudadanos o inmigrantes”, añadió.
En su discurso, el Papa también alentó a los embajadores a trabajar juntos por un mundo donde cada persona “pueda realizar la propia humanidad en la verdad, en la justicia y en la paz”.
León XIV recordó su experiencia pastoral en Perú, cuando fue obispo de Chiclayo. En ese contexto, impulsó proyectos de apoyo a migrantes, entre ellos la creación de un refugio temporal en la región de Puerto Etén.
“La realidad se impuso. En 2017, cuando comienza este trabajo, veías venezolanos durmiendo en las plazas, frente a la Catedral, en las calles. No eran personas solas, eran familias enteras, con muchos niños. El monseñor vio esa situación y me llamó, me dijo que estaba formando un equipo para enfrentar la situación”, relató Yolanda Díaz Callirgos, presidenta de la Comisión de Movimiento Humano y Trata de Personas
Fuente: C5N