El Gobierno postergó el operativo para repatriar a todos los argentinos que se encuentran en el territorio del Estado judío, elaborado ante la escalada del conflicto entre Irán e Israel, por modificaciones de último momento impuesto por las autoridades locales.
«Si bien teníamos el operativo de evacuación aprobado, las autoridades locales han cambiado las condiciones a último momento y eso no nos permite avanzar con lo planeado por el momento», explicó en un comunicado la embajada argentina en el Estado judío.
«Si bien nuestra intención es brindar una solución rápida, estamos sujetos a un contexto muy cambiante y tenemos que seguir las indicaciones de las autoridades locales por la seguridad de todos», agregó.
La ejecución del plan se iba a llevar a cabo entre el próximo lunes o martes y era encabezada por el canciller, Gerardo Werthein. La decisión de realizar un operativo se había tomado por la radicalización de la guerra y por la cancelación de la mayoría de los vuelos comerciales.
«Información importante: si se encuentra en Israel, es ciudadano argentino y solicita ser evacuado por el Gobierno Argentino, por favor llene este formulario«, había publicado a través de X el embajador del país en Tel Aviv, Axel Wahnish. De momento, la embajada no confirmó si el documento mantendrá vigencia.
Hasta entonces, todo ciudadano con intenciones de ser rescatado debía completar el formulario con sus datos básicos: nombre, apellido, DNI, pasaporte a utilizar, su motivo en Israel (residencia o turismo), género, edad, email y número de teléfono celular.
Además, la persona debía indicar hacia dónde desea dirigirse dado que el primer transporte irá hacia Roma. Allí esperará un avión que completará el viaje hasta Argentina.
Por otro lado, quien aceptara la repatriación debía firmar una declaración jurada, dentro del mismo formulario: «Manifiesto por la presente que, por propia voluntad, he solicitado ser evacuado del Estado de Israel. Reconozco que se trata de una zona de combate, y por lo tanto, resulta una operación de alto riesgo, incluso con riesgo de vida. Asumo, expresamente, todas las consecuencias que pudieran derivarse de mi decisión personal, incluyendo, pero no limitándose, a lesiones, daños personales, patrimoniales y de cualquier otra índole».
Y continuaba: «Asimismo, deslindo y libero, de forma expresa, de cualquier tipo de responsabilidad, en el sentido más amplio, a todas aquellas personas, entidades u organismos, incluyendo al Estado argentino, que pudieran participar, asistir, organizar, colaborar y/o de cualquier forma intervenir en el proceso de evacuación que he decidido afrontar. Finalmente, me comprometo sin reservas a acatar, seguir y aceptar todas las instrucciones, órdenes, directivas, etc., que pudieran serme impartidas en el marco del tal proceso».
Fuente: El Canciller
