Barajar y dar de nuevo. Ese es el lema que prima en Boca Predio en esta mañana nublada de invierno -como si fuese un reflejo de la actualidad del equipo- en el que plantel volvió al trabajo. El día libre post eliminación en la Copa Argentina fue un gesto para que los jugadores renueven las energías y el domingo contra Huracán cambie la racha: hace diez partidos que no gana y el hincha está en llamas.
Con esa deuda en la mente, Miguel Ángel Russo -a quien se lo veo golpeado después de la derrota con Atlético Tucumán- comandó el primero de los tan solo dos entrenamientos para preparar el encuentro en el Tomás Adolfo Ducó. Sí, para colmo, el tiempo apremia al Xeneize.
A la espera del parado táctico del sábado, todos los caminos conducen a que el entrenador meterá mano en un equipo que no estuvo a la altura de las circunstancias en Santiago del Estero. Aunque es prematuro para dar certezas, de mínima se perfilan dos cambios en Boca.
La salida de los -improvisados- laterales en la Copa Argentina es lo más probable pensando en Huracán. Juan Barinaga y el repudiado Fran Fabra, que volvió a jugar después de meses pese a que se habló largo y tendido de su salida, tienen todos los números para regresar al banco de suplentes. Los habituales titulares, Luis Advíncula y Lautaro Blanco, estarán de arranque de no mediar imprevistos.
El resto de la formación luce como una incógnita, entre las cuales están: ¿Leandro Paredes descansará después de 90 minutos -sin una pretemporada encima-? ¿Russo sostendrá a Edinson Cavani pese a su rendimiento? ¿Rodrigo Battaglia volverá al medio o irá al banco por un golpe que lo tiene a maltraer? Varias preguntas -entre otras- y, por ahora, pocas respuestas.
