Unión atraviesa un momento tenso en el plano institucional y deportivo, porque todo va ligado. A la ya conocida situación con Jerónimo Dómina, ahora se suma otro conflicto contractual que involucra a una de sus jóvenes promesas: el defensor Matías Schulz, que también forma parte del grupo de representados por Leandro Varino.
La dirigencia busca hacerle el primer contrato profesional. Sin embargo, el acuerdo se dilata por exigencias de su apoderado y que, desde ya, complica las negociaciones.
El punto más delicado de la disputa pasaría por un pedido para que el club renuncie a sus derechos patrimoniales, lo que allanaría el camino para que Schulz se marche a Hungría. Un escenario que genera inquietud puertas adentro, ya que significaría perder sin retorno económico a otro talento surgido de las inferiores.
Este nuevo frente se da en paralelo a la ruptura con Jerónimo Dómina, quien ya comunicó públicamente su decisión de no renovar, también en el marco de un fuerte enfrentamiento con la dirigencia. La posible partida de Schulz, en condiciones similares, suma otro ladrillo a la pared de un momento complejo en el club de la Avenida.
En el contexto de un mercado cada vez más competitivo y con la urgencia de proteger el patrimonio deportivo, Unión enfrenta el desafío de revisar su política de contratos con juveniles, para evitar que estas situaciones se repitan y terminen debilitando aún más su proyecto institucional.
