Diego Latorre, exfutbolista de amplio recorrido y actual comentarista deportivo de destacada labor, continúa coqueteando con el mundo de la dirección técnica después de haber completado el curso habilitante y haberse zambullido a una primera experiencia con La Jaula, equipo amateur en el que juega su hijo.
En el último tiempo, el campeón de la Copa América de 1991 con la Selección Argentina se dejó tentar con la posibilidad de revincularse con el fútbol profesional para ayudar a un equipo de gran tradición que está atravesando una profunda crisis institucional y deportiva.
Se trata de Ferrocarril Oeste, equipo con el que simpatiza por herencia paterna y que está muy comprometido con el descenso a la Primera B Metropolitana, tercera categoría del fútbol argentino. La situación puso en la cuerda floja a Sergio Rondina como entrenador y provocó la renuncia como director deportivo de Michael Etulain.
Tras la derrota 2-0 ante Arsenal de Sarandí del último domingo que dejó a los de Caballito a dos puntos de los puestos de descenso, Latorre hizo público en ESPN su deseo de colaborar: “Ferro está en la decadencia. Estoy muy mal. Estoy a punto de empezar a promocionarme para resolver alguna cuestión”, dijo durante su participación en el programa F90.
“¿Serías el técnico de Ferro?”, lo abordó de inmediato Sebastián Vignolo. “No, esto es mucho más profundo”, respondió. “¿Mánager?”, insistió el conductor. “Mánager, no sé. La realidad de Ferro me duelo mucho y haría lo que esté a mi alcance (para ayudar), desde el lugar que sea”, manifestó el exjugador que en el fútbol argentino defendió las camisetas de Boca, Racing, Rosario Central y Chacarita.
