«Siento que Argentina tiene una oportunidad pero lo vamos a lograr si se mira el interior productivo; necesitamos poder político para defender el interior de la República Argentina», dijo Maximiliano Pullaro en «Experiencia Idea», desarrollado en la tarde del martes en la Bolsa de Comercio de la ciudad de Rosario.
«El equilibrio fiscal viene a terminar con el kirchnerismo y el populismo, pero sin el desarrollo que necesitamos para producir mejor y más barato, se nos pone un cuello de botella», dijo el mandatario santafesino, que compartió el panel -y las posiciones- con su par cordobés, Martín Llaryora.
«Son cuestiones que no tienen que ver con la ideología. La Argentina necesita equilibrios en el Congreso de la Nación», disparó el mandatario santafesino, en clara disposición electoral. «Hemos acompañado con sensatez, en algunos casos pagando costos políticos; en otras ocasiones entendimos que teníamos que estar enfrente», recordó el jefe de Estado santafesino.
Planteó en esa línea «la consolidación de un proyecto, de una alternativa de poder» que «le puede venir bien a la Argentina» y que «cuide lo que se hizo bien. Hablamos con austeridad y con mucha autoridad», remarcó.
Recordó que «hicimos un ajuste mucho más grande del que hizo el gobierno nacional; podemos mostrarlo en cantidad de empleados públicos, en la inversión en obras públicas con recursos propios -no con endeudamiento- como durante años no se había hecho.
«Bajamos costos del Estado, 40% de los gastos corrientes de todos los ministerios y entre 40% y 70% de los costos de la obra pública. Dimos el debate sobre el déficit de la Caja de jubilaciones, que se pagaba con los impuestos de todos los santafesinos. Es un costo político que uno ponemos sobre la mesa para resolver problemas; teníamos 30 mil millones de pesos de déficit por mes; la obra que vamos a terminar el hospital regional Rosario es un mes de déficit».
Añadió que «a este modelo que ha hecho cosas bien hay que acompañarlo y también marcarle el rumbo; no se no va a salir adelante solo con el mundo financiero», advirtió. «La única manera es si se logra generar trabajo y fortalecer el sistema productivo. Para eso estamos las provincias unidas».
Un espacio «con sensatez»
El mediterráneo Martín Llaryora planteó por su parte que «se abre en la Argentina una etapa nueva en la que todos tenemos que ser parte». Lo calificó como un «momento histórico» y sostuvo que «estamos planteando la posibilidad de un espacio de sensatez.
«Las discusiones se van a dar, son obligatorias, pero tenemos que salir de los dos polos en los que estamos presos como en un TV blanco y negro», señaló el gobernador cordobés. Recordó como ejemplo de la confrontación, la oposición a la inicial ley Bases que proponía aumentar 15% las retenciones a las exportaciones.
«Planteamos un país normativo, no estamos dispuestos a darle (al gobierno nacional) una herramienta que revienten el sistema productivo. Fue el espacio de los gobernadores, de los que pensamos que gobernar es dar trabajo, el que de hecho acompañó las leyes que ayudan a la macro; ajustamos y sostenemos la paz social», dijo.
Pero advirtió que «Argentina necesita empezar a formar un espacio que no se oponga a todo ni apruebe todo a libro cerrado», y que se plantee «más allá de la General Paz.

«No es fácil. Pero las discusiones que se tienen que dar, no deben darse con la capital federal desconociendo al interior. Defendemos un modelo que no tenga inflación, con estabilidad en el tiempo. Queremos ese modelo, pero el modelo se llama desarrollo».
Llaryora defendió la estabilidad de «la macro», pero reclamó que se entienda que «la micro es importante para el empleo y el trabajo. Más diputados y senadores tengamos, no es menor», reflexionó.
Dijo que «hay errores muy graves del gobierno» nacional. Y se preguntó con ironía: «¿creen que tenemos que discutir el Garrahan? ¿Es un tema ideológico o económico? Lo vengo a plantear claramente; vamos a dar las leyes buenas para la Argentina y poner los límites», concluyó.
