El Gran Premio de Singapur vuelve a poner en alerta a pilotos y equipos de la Fórmula 1, ya que el clima amenaza con jugar un papel clave durante el fin de semana en el circuito callejero de Marina Bay. Según el pronóstico, se esperan tormentas eléctricas y lluvias entre jueves y sábado, lo que podría complicar tanto las tandas de clasificación como la carrera del domingo.
El parte meteorológico marca temperaturas estables en torno a los 29° y 30 grados, con una sensación térmica que suele ser aún mayor por la elevada humedad (superior al 75%). Para este jueves y viernes la previsión indica tormentas intensas, mientras que el sábado también habrá inestabilidad y posibles precipitaciones. El domingo, día de carrera, se prevén lluvias aisladas y un clima sofocante que rondará los 31°, lo que añade otra dificultad a un trazado que ya de por sí es exigente.
El circuito de Marina Bay es uno de los más desafiantes del calendario: callejero, con curvas cerradas, poco margen de error y más de 60 vueltas que suelen poner al límite tanto la concentración de los pilotos como la resistencia física. En condiciones de lluvia, el asfalto urbano acumula agua con facilidad y la visibilidad se reduce al mínimo, lo que multiplica los riesgos de incidentes y estrategias de carrera inesperadas.
En 2024, la lluvia ya había generado incertidumbre en los ensayos y en la clasificación, y ahora todo indica que la historia podría repetirse. El clima tropical de Singapur hace que los cambios sean repentinos, por lo que equipos y pilotos deberán estar preparados para alternar entre neumáticos de seco e intermedios en cuestión de minutos.
De esta forma, el Gran Premio de Singapur se perfila como uno de los más exigentes de la temporada: calor extremo, humedad agobiante y la amenaza constante de tormentas eléctricas que podrían alterar el orden de la parrilla y el desarrollo mismo de la carrera.