Durante poco más de una hora, la vicepresidenta y titular del Senado Victoria Villarruel recibió en su despacho a la ministra de Seguridad y senadora electa, Patricia Bullrich. No hubo foto, pero sí definiciones respecto a cómo será la convivencia en la Cámara alta tras el recambio parlamentario.
Bullrich y Villarruel se volvieron a ver las caras después de meses de enfrentamientos públicos. La estrategia del Gobierno es reordenar la arquitectura legislativa que empezará en diciembre con proyectos clave para la administración libertaria como Presupuesto, reforma laboral, tributaria y penal.
A la salida, ambas se encargaron de dejar en claro que hubo un trato cordial, aunque marcaron los roles que ocuparán en el Senado con la nueva composición: el político que tendrá en Bullrich la conducción directa del bloque oficialista y el institucional por el que Villarruel defendió sus atribuciones.
La próxima vez que se verán será el 28 de noviembre a las 11, cuando la vicepresidenta tome juramento a la nueva senadora, junto a los demás legisladores electos el 26 de octubre. Así, la Cámara alta retomará su actividad antes que Diputados, donde el recambio tendrá lugar el 10 de diciembre.
La línea de mando
El encuentro se produjo a menos de un mes de la jura de Bullrich como senadora. Por eso, tuvo un valor simbólico como traspaso de la ministra a sus funciones legislativas.
En un breve diálogo con los medios y luego a través de un tuit, Bullrich dejó en claro su rol a través del cual buscará consolidar un bloque numeroso y disciplinado para la agenda del Ejecutivo. “Nuestro bloque pasa de 7 a 20 senadores y debemos construir una mayoría sólida”, sostuvo.
Luego, volvió a distinguir los roles. «La construcción de una mayoría, que es tarea mía como Jefe de Bloque de La Libertad Avanza, con la función de la Presidente del Senado, que debe garantizar el orden parlamentario y el buen funcionamiento de la Cámara», recalcó.

Por último, dejó en claro que la premisa es recuperar la agenda para que los temas del Gobierno «tengan trato preferencial», luego de un 2025 donde la oposición manejó el temario con propuestas contrarias al rumbo libertario. «Haré todo lo necesario para que avance la agenda que los argentinos votaron y para que el cambio que eligieron siga firme en su camino», afirmó.
La vicepresidenta no objetó esa lectura, pero le dio un cariz diplomático: “Mi rol es institucional, no tiene nada que ver con lo político. Mi función en este Senado es que se consigan las leyes del Ejecutivo, pero en un clima que propenda al acuerdo”.
La diferencia fue notoria durante los últimos meses en los que la vice quedó marginada de los círculos de decisión del Gobierno. Para la segunda etapa de gestión, la Casa Rosada definió un esquema operativo con Patricia Bullrich en el centro del armado del Senado y Martín Menem ratificado en Diputados.
Aclaraciones y próximos pasos
La vicepresidenta buscó dejar en claro que su función tiene límites constitucionales y no debe interpretarse como un obstáculo político. Lo dijo en distintos tramos de su diálogo con la prensa: “Le quise aclarar a Patricia que tengo facultades muy definidas por la Constitución y por el reglamento de la Cámara. No puedo obstaculizar nada. Mi función es garantizar independencia de poderes y respeto institucional”.

También quiso enviar un mensaje hacia adentro del Senado, donde la esperan nuevos y viejos legisladores, varios de los cuales participaron del episodio de julio, cuando la sesión sobre jubilaciones, moratoria y discapacidad fracturó definitivamente su vínculo con el Gobierno: “Con cada uno de los senadores, las puertas de mi despacho están abiertas. Mi tiempo es para todos. No es mi función discutir su representatividad”.
Consultada sobre las declaraciones previas de Bullrich —que le había pedido no “boicotear” las sesiones— Villarruel evitó polemizar: “Tomo esas declaraciones como parte de las declaraciones. Me gusta trabajar en un clima en que todos podamos sentirnos cómodos”.
Respecto a la agenda, Villarruel deslizó que el Senado dará prioridad a la reforma laboral mientras que Diputados hará foco en el Presupuesto. “Las normas se alcanzan hablando, conversando, teniendo una relación cordial más allá de las diferencias ideológicas”, dijo sobre la estrategia.







