A contrarreloj, La Libertad Avanza busca alcanzar acuerdos en el Senado con los bloques dialoguistas para aprobar la reforma laboral en la última semana de diciembre, mientras el peronismo explora recursos para boicotear el proyecto del Gobierno.
Los tiempos son muy acotados para la Casa Rosada, ya que la vicepresidenta Victoria Villarruel convocó recién para el martes a las 11 a los presidentes de bloques para acordar el armado de las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto, con lo cual el debate podría comenzar el miércoles.
El primer desafío que tendrá la jefa del bloque libertario, Patricia Bullrich, será conseguir mayoría con propios y aliados en las dos comisiones para emitir dictamen y convencer a los dialoguistas de la UCR, el PRO y provinciales de acortar la lista de invitados, ya que el peronismo quiere que exponga un centenar de dirigentes de los distintos sectores sociales para extender el debate de la reforma laboral, según aseguró la agencia Noticias Argentinas de fuentes parlamentarias.
El esquema diseñado por el oficialismo implica comenzar el debate en un plenario de comisiones los días miércoles, jueves y viernes -si es necesario- para emitir dictamen y así poder tratarlo entre el viernes 26 y el martes 30, junto al Presupuesto 2026.
Para ello, tendrá que acotar la lista de invitados a menos de la mitad para terminar el jueves o viernes la ronda de consultas y firmar los dictámenes, aunque deberá tener enhebrado el acuerdo con los bloques dialoguistas.

Para avanzar con esa rapidez, Bullrich deberá tener asegurados los tres votos del PRO, 10 de la UCR y, por lo menos, tres legisladores de bloques provinciales.
El principal problema es que muchos de los aliados son gobernadores de origen peronista que no van a querer enfrentarse a la Confederación General del Trabajo (CGT), como los casos de los mandatarios de Salta, Gustavo Sáenz; de Santa Cruz, Claudio Vidal, y de Tucumán, Osvaldo Jaldo.
La expectativa apunta a contar con el respaldo de los gobernadores de Chubut, Ignacio Torres, y de Neuquén, Rolando Figueroa, quienes tienen una senadora cada uno.
Desde el oficialismo ya saben que no contarán con la colaboración del exgobernador de Santiago del Estero Gerardo Zamora y del mandatario catamarqueño, Raúl Jalil, que se mantienen dentro del bloque peronista.
En forma paralela, el peronismo, que tiene 28 legisladores entre sus respectivos subbloques, busca siete senadores para tumbar la ley laboral, y para ello perseguirá acuerdos con legisladores de gobernadores del PJ, que serán aquellos a los que también intenta convencer el oficialismo de acompañar esta iniciativa.
Las reuniones de comisión se harán en medio de las protestas de la CGT y las CTA, que convocaron una marcha para el jueves a las 15 en la Plaza de Mayo para rechazar de plano la reforma laboral impulsada por Javier Milei.







