Los empresarios vinculados a Javier Milei son investigados por la Justicia por distintos movimientos e intentos de negociaciones con distintos jugadores dentro del fútbol argentino. Todos los detalles.
La Justicia investiga a los empresarios Foster Gillet y Guillermo Tofoni por lavado de activos tras movimientos en los mercados de pases en los que quedaron involucrados varios jugadores del fútbol argentino.
El empresario recibió una denuncia del fiscal federal Guillermo Marijuan en el mes de marzo, la cual se llevó a cabo tras varios movimientos en el mercado de pases. Dichas operaciones, algunas concretadas y otras no, rondan un total de U$S 30.000.000.
La primera intervención que tuvo el empresario estadounidense fue con la contratación de Cristian Medina: Gillet le pagó la cláusula de rescisión a Boca, lo que está prohibido en el ámbito del fútbol argentino. Por este motivo, el Xeneize devolvió el dinero y fue el propio futbolista que terminó depositándolo. Tras esto, fue traspasado a Estudiantes.
La situación del mediocampista es compleja: habitual titular en el «Pincha», su futuro parece estar lejos del club y tiene altas chances de dejar el club platense. En caso de que esto ocurra, no le dejaría dinero a la institución presidida por Juan Sebastián Verón.
Luego de esta operación, sonaron otros nombres más en el radar del club: Rafael Santos Borré, Valentín Barco, Luciano Acosta, Alan Franco, Sebastián Driussi, Bruno Amione, Hernán López Muñoz, Benjamín Rollheiser y hasta un campeón del mundo como Gerónimo Rulli o un hijo de la casa como Joaquín Correa, pero llegó Ezequiel Piovi cuyo pase debió abonar Estudiantes por los problemas financieros del empresario en el extranjero.
Los otros intentos de intervención de Gillet en el mercado de pases
En el verano, Valentín Gómez estuvo en el radar del estadounidense: el defensor quedó en el medio de una encrucijada donde en principio se marcharía al Udinese luego que Vélez lo vendiera al grupo inversor a cambio de U$S 8.500.000. Sin embargo, Foster nunca pagó, el jugador no pudo ser inscrito en Italia, la operación se cayó y tuvo que volver al «Fortín».
Otro caso es el de Rodrigo Villagra, que se quedó sin lugar en River y el magnate se comprometió en febrero a pagar U$S11.000.000 por el mediocampista. El tiempo pasó, y el estadounidense volvió a faltar a su promesa, derivando en una denuncia penal por parte del club de Núñez.
La presentación judicial no solo recayó en Gillet, sino también en Tofoni por ser su apoderado en Argentina. El «Millonario» sostuvo que «la maniobra desplegada por los empresarios causó graves perjuicios al patrimonio del club».







