Este lunes se desarrolló la audiencia imputativa en la causa que investiga el crimen de Jeremías Monzón, el adolescente asesinado en la ciudad de Santa Fe. Como novedad judicial, el juez Sergio Carraro resolvió que la joven de 16 años, identificada como M. A., continúe privada de la libertad en un centro de alojamiento especializado para menores.
La joven había llegado a la audiencia detenida, y la Fiscalía solicitó la aplicación de una medida de encierro, equivalente en el régimen penal juvenil a la prisión preventiva de los adultos.
Homicidio calificado: la figura legal del caso
El fiscal Francisco Cecchini brindó precisiones determinantes sobre el encuadre jurídico de la causa y confirmó la gravedad de la imputación.
“La calificación es homicidio calificado por haber sido cometido por el concurso premeditado de dos o más personas, por ensañamiento y por alevosía”, explicó. Se trata de una de las figuras penales más severas previstas por el Código Penal.
Al menos tres personas involucradas
Cecchini indicó que la investigación permitió establecer que habrían participado tres personas en el crimen. “Dos de ellas tenemos la certeza de que son menores de edad. Sobre una tercera persona estamos trabajando intensamente y estamos muy cerca de poder individualizarla”, señaló.
En la audiencia también quedó formalmente involucrado un menor de 14 años, quien por su edad es considerado no punible conforme a la legislación vigente.
“Se le dio conocimiento del hecho, estuvieron presentes los representantes del área de Niñez y se dio intervención conforme lo establece la ley”, detalló el fiscal.
Por qué la adolescente seguirá detenida
La adolescente de 16 años permanecerá alojada en un centro especializado dentro de la provincia. “Solicitamos una medida de encierro que, en el proceso penal juvenil, equivale a una prisión preventiva. Requiere evidencia fuerte y entendemos que existen elementos suficientes para sostenerla”, sostuvo Cecchini.
Una investigación con reglas especiales
El fiscal subrayó que, por tratarse de menores, el proceso exige una cautela extrema. “Estas causas nos obligan a ser muy cuidadosos, no solo por la eficacia de la investigación, sino por la integridad de la víctima, su familia y los propios menores involucrados”, remarcó.
Además explicó que la pena en el régimen juvenil se define en dos instancias: primero el juicio de responsabilidad y luego el juicio de cesura, donde se determina la necesidad y modalidad de la sanción.







