El presente de Franco Colapinto en Alpine está marcado por un contexto adverso: la escudería atraviesa un año complicado y todavía no logró salir del fondo de la parrilla. Sin embargo, el argentino aseguró que el trato exigente de Flavio Briatore fue clave para fortalecerse en el plano mental, en lo que hasta ahora es su segundo año en la Fórmula 1, después de sus inicios con Williams en 2024.
El bonaerense llegó al equipo en enero, tras dejar la escudería británica que comanda James Vowles, con el rol de reserva. La apuesta del directivo italiano se aceleró cuando Jack Doohan no convenció con sus actuaciones, lo que derivó en el debut oficial del joven de 22 años en Imola.
Desde entonces, los resultados escasearon. La estructura francesa decidió enfocar sus recursos en el proyecto de 2026 y la falta de competitividad complicó cualquier aspiración. Incluso Briatore llegó a poner en duda públicamente si se había adelantado al darle la chance de correr, aunque en las últimas semanas le expresó respaldo. Lejos de incomodarse, el piloto argentino remarcó que la forma de trabajar del histórico dirigente le resultó positiva. «Tengo una muy buena relación con Flavio», expresó en diálogo con el podcast Beyond the Grid antes del Gran Premio de Azerbaiyán.
El joven explicó que el dirigente es igual de «duro» con todos, aunque aclaró que lo considera una fortaleza para el equipo. «Es duro con todos y su manera de hacer que el equipo trabaje y de motivar a la gente… a veces puede ser un poco fuerte, y si no lo conoces, puede parecerte un poco excesivo. Me ha hecho mucho más fuerte mentalmente. Estoy muy agradecido, por supuesto, por la oportunidad que me dio, pero también por todo este proceso que estamos atravesando», señaló.
En la pista, los números no acompañan: Colapinto todavía no sumó puntos y su compañero Pierre Gasly apenas reunió 20 en toda la temporada, lo que mantiene a Alpine último en el campeonato. Pese a eso, el argentino rescató la actitud del grupo. «Si miras los resultados, pensarías: ‘Uf, va a ser muy difícil que Alpine salga de ahí’. Pero definitivamente siento que no estamos rindiendo», subrayó.
De cara al futuro, el corredor evitó pensar demasiado en la posibilidad de mantenerse en 2026, cuando la escudería pasará a motores Mercedes, y prefirió enfocarse en el presente: «Quiero seguir construyendo sobre lo que estamos haciendo este año. Hay mucho por aprender y todavía tengo mucho más por descubrir».
Consciente de las limitaciones actuales del auto, Colapinto se fijó un objetivo inmediato: estar preparado cuando lleguen mejores tiempos. «Ese es el objetivo principal ahora: ir carrera a carrera, momento a momento, y ver dónde terminamos», concluyó.
