Desde Argentina salió un nuevo campeón. Su nombre es Mirco Cuello y sorprendió a todos en el ring. Firme y con los guantes bien puestos, aplastó a Sergio el ‘Chakal’ Ríos por nocout técnico en dos rounds y se quedó con el título mundial interino pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Conocé su historia.
Cuello para ser campeón del mundo
Si bien su debut como profesional fue en 2024, con tan solo 19 años, su carrera empezó mucho antes. El boxeo amateur no fue de paso en su trayectoria y supo hacer flamear a la bandera Argentina en un Juego Olímpico. Fue en 2018, en los JJ.OO de la Juventud, en Buenos Aires, cuando Cuello se consagró con la medalla de bronce en la categoría de peso gallo y se subió al podio. También representó al país en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y en el Mundial de la Asociación Internacional de Boxeo Ekaterimburgo 2019
Con una presea en su historial a los 17 años, se metió de lleno en el boxeo profesional. Finalmente se subió al cuadrilatero hace cinco años contra Akihiro Nakamura y se hizo notar: ganó por nocaut en el primer asalto. De ahí en más, supo que podría hacer historia. De hecho, terminó con los invictos de varios boxeadores con rapidez, a pesar de tener poca experiencia en el profesionalismo.
En 2022 ganó el título vacante de peso pluma internacional de la AMB por nocaut técnico en el segundo asalto. Y, tan solo tres meses después, se enfrentó al invicto Michel Da Silva por el título vacante de peso pluma sudamericano, el cual también ganó por nocaut técnico en el primer asalto.
Ya en 2023, defendió por primera vez un título como profesional y lo hizo ante el invicto Leivy Frias. Y, como de costumbre, retuvo el título por nocaut técnico en el primer asalto.
Santafesino e hincha de Rosario Central, había incursionado en el Taekwondo y el fútbol. Como buen deportista, se destacó en ambas disciplinas, aunque algo le decía que no era lo suyo. Siguió otro camino y se subió al cuadrilátero para convertirse en las grandes promesas del boxeo argentino.
Desde su debut, Cuello no perdió ningún combate de los que tuvo y esta no fue la excepción. Su última pelea había sido en febrero, cuando derrotó a Christian Olivo, lo que lo posicionó como retador al título mundial. Después de varios meses de preparación, tiempo en el que se concentró ampliamente en la pelea -su propio padre había revelado que ni siquiera usaba el celular-, llegó otra victoria y con título incluido.
