El empate frente a Morón no fue brillante, pero sí decisivo para Colón, que consiguió el punto que necesitaba para sellar su continuidad en la Primera Nacional.
Es así como este lunes, ya sin esa mochila tan pesada, el plantel tuvo libre. Un descanso para liberar tensión luego de cumplir con un objetivo que, meses atrás, parecía tan lejano como improbable.
Este martes por la mañana, los dirigidos por Ezequiel Medrán volverán a los entrenamientos en el predio 4 de Junio. En el horizonte aparece la visita a Estudiantes de Buenos Aires por la fecha 33 del Grupo B con un contexto diferente: sin la presión de sumar. En pocas palabras, para las estadísticas.
Con la permanencia asegurada, el cuerpo técnico podría aprovechar este tramo final del campeonato para darles rodaje a futbolistas que tuvieron poca participación en el torneo. A esta altura, todo apunta a cerrar el año de la forma más digna posible, pensando en el armado de lo que vendrá.
En cuanto al estado físico del plantel, no hay jugadores suspendidos ni lesionados. La única incógnita pasa por Luis Rodríguez, que arrastra una molestia y será evaluado para saber si podrá ser parte de la próxima convocatoria. Colón respira y con la permanencia en el bolsillo, el cierre del torneo podría servir para mirar hacia adelante, ya sin urgencias.