Con la asunción de la nueva dirigencia, Colón comenzó a ordenar cuestiones claves y a delinear el proyecto deportivo para la temporada que se viene. La llegada de Diego Colotto como mánager marcó un punto de inflexión: es el nexo directo con Ezequiel Medrán y trabaja codo a codo en la conformación del plantel.
Dentro de ese proceso de renovación aparece una tendencia clara: el nuevo Colón se está armando de atrás para adelante. Aunque se sondean alternativas en todas las líneas, los primeros movimientos concretos apuntan a reforzar la última línea, un sector que fue uno de los grandes déficits del equipo en la temporada pasada (fue el cuarto más goleado).
El Colón de Medrán se arma de atrás para adelante
En ese sentido, ya fue presentado el lateral izquierdo Leandro Allende, la primera cara nueva del ciclo. En las próximas horas se sumará el arquero Matías Budiño, por quien Colón avanzó con decisión, y también está muy cerca de concretarse la llegada del volante central Ignacio Antonio, pensado como pieza de equilibrio en el mediocampo.
Pero la búsqueda no se detiene ahí. La dirigencia, en conjunto con Medrán y Colotto, mantiene gestiones por otro mediocampista de contención y por un defensor central, dos puestos que el cuerpo técnico considera prioritarios para darle solidez al equipo.
La fragilidad defensiva que mostró Colón en el último torneo dejó una radiografía clara y Medrán no la desconoce. Por eso, el nuevo proyecto apunta a corregir desde la base: fortalecer el fondo, ganar seguridad y, a partir de ahí, construir un equipo competitivo que recupere confianza y regularidad. El camino elegido ya está marcado y empieza, claramente, desde atrás.
