Sin dudas, son horas decisivas en el Mundo Colón por múltiples cuestiones: la seguidilla en el torneo local (clásico, River, Lanús), el cruce de Copa Argentina (el 22 con Patronato en Rosario) y el gran mata-mata contra Talleres por la Copa Libertadores en octavos de final.
A su vez, la inminente baja de los tres volantes históricos, a pesar de las ofertas "de club grande" que le hizo Colón a Bernardi, Lértora y Aliendro. Al mismo tiempo la millonaria propuesta de Scotland Corp desde Inglaterra para ejecutar la cláusula de 12 millones de dólares "limpios" por Facundo Farías.
En ese terreno movedizo, apareció el tema Lucas Beltrán: jugador de River a préstamo en Colón hasta el 30 de junio. Si algo no le cae bien a Vignatti son las apretadas y menos de manera pública como lo viene haciendo Gallardo: "Beltrán ya tendría que estar con nosotros".
Ahora, además, se sumó Jorge Brito, el presidente de River: "Espero que Colón entienda el espíritu del contrato y no la letra chica. Se lo prestamos hasta la finalización del torneo anterior".
Mientras el "tiroteo" era de club a club, todo bien. Hasta que desde River (Gallardo, dirigentes) le empezaron a "comer la cabeza" al jugador. En el viaje a Tucumán, donde sólo viajó Vignatti con los players, el mismo Beltrán le expresó al presidente sabalero el deseo de volver a su club de origen. "No hay problemas, te vas el 30 como está firmado", explicó sin vueltas José.
En el inicio de la semana previa al clásico, más allá de alguna molestia física, el mismo Lucas Beltrán le pidió un mano a mano a Falcioni para expresar que estaba "desenfocado" por el tironeo entre Colón y River, además de sentirse "bajoneado" para jugar un partido tan importante. Ahí, Vignatti terminó de explotar.
Pasaron 48 horas, Vignatti no aflojó y Beltrán intentó cambiar el clima: "Bueno, pensándolo bien, juego contra Unión". A esa altura, "Wanchope" ya sabía que era titular en el derby. A pesar que el propio Falcioni intentó calmar las aguas, la frase de Vignatti fue contundente: "Ahora que no juegue, con Colón no se jode".
Como se sabe, la Conmebol le dará cinco (5) sustituciones a Colón para jugar contra Talleres de Córdoba. Ya llegaron Schott, Juan Pablo Álvarez y posiblemente dos más: Gastón Togni y Sebastián Prediger. O sea, Colón usará sí o sí los cinco (5) cambios. Si lo quita a Lucas Beltrán de la lista original, para darle el gusto a River, Falcioni sólo podrá tener cuatro caras nuevas en Conmebol. Ahí se explica el porqué del "NO" rotundo de Vignatti para sacar al "Vikingo" de la lista de buena fe.
Claro que los enojos de Vignatti no terminan allí. El presi sabe que en el mercado puede ganar y perder en ley de oferta/demanda. No le dolería si Lértora va a Tijuana y Bernardi a Querétaro, pero lo de Aliendro lo sacó de la casilla. No por Aliendro, sino porque se considera en parte decepcionado por la obsesión de Eduardo Domínguez.
"No me van a sacar jugadores", le dijo Vignatti a Juan Luis Berros el día que pagó hasta el último dólar para dejar la cuenta a cero con el "Barba" a finales de 2021. Ahora, el mismo Aliendro contó que "Eduardo me enloquece para ir a Independiente, me llama todos los días".
Si finalmente Aliendro termina en Avellaneda, el entorno de Vignatti admite que el presidente "tiene una carta guardada y la piensa jugar fuerte". Cueste lo que cueste.