Cuando Eduardo Rodrigo Domínguez dijo no va más en ese final de año luego de la derrota contra River Plate en Santiago del Estero, los dos históricos dirigentes sabaleros (José Néstor Vignatti como presidente y Patricio Fleming como incondicional delfín) pensaron al mismo tiempo en un nombre que estaba parado en ese volcán llamado Boca Juniors: Sebastián Battaglia. A los pocos días, Riquelme lo confirmó y el sueño quedó en la almohada.
En agosto del año pasado, cuando se concretó la salida del “Huevo” Sergio Rondina, El Litoral titulaba: “Caído lo del Barba y descartado su retorno Colón piensa en Sebastián Battaglia”. Fue la segunda vez que pensaron; tampoco se pudo dar. “Mirá…(le dijo a su amigo oriental en Santa Fe, sabalero como él), quiero limpiarme la cabeza y dedicarle tiempo a la familia. Salí de un kilombo, prefiero esperar”, deslizó Battaglia a mediados del año pasado.
Lo concreto es que por estas horas y en la previa del clásico ciudadano dominguero, en un dato que sólo puede ser familiar y social en medio del fin de semana largo de carnaval, el querido Sebastián Battaglia está en la ciudad de Santa Fe. Su representante, Martín Guastadisegno, prefirió la cautela ante la consulta de El Litoral si hay chances que sea entrenador de Colón.
El hermetismo en la comarca sabalera es total. Dicen que esta vez, a diferencia de otras, José Néstor Vignatti no le filtró el nombre ni a su almohada. Sólo se sabe que el presidente campeón quiere jugar “fuerte” y buscar certezas. Una vez más, ante la búsqueda de un DT, suena Sebastián Battaglia. Y para colmo, quizás de pura coincidencia carnavalera, el querido “Seba” (hincha fanático de Colón y exitoso DT desocupado) está por estas horas en Santa Fe.
Por Darío Pignata para Radio GOL y El Litoral
