Colón avanza firme en el mercado de pases y uno de los objetivos prioritarios empieza a tomar forma: Ignacio Antonio, volante central de 30 años, aparece a un paso de transformarse en refuerzo sabalero. El club santafesino ya tiene un principio de acuerdo con el jugador, que quedó libre tras su exitoso paso por Gimnasia de Mendoza, equipo con el que logró el ascenso en 2025.
La llegada del mediocampista no es casualidad. Antonio fue pieza clave en el equipo mendocino bajo la conducción de Ezequiel Medrán, quien lo dirigió durante toda la temporada y valoró su rendimiento. En la conferencia de presentación de Diego Colotto como director deportivo, el entrenador dejó claro su interés: “Es un futbolista al que valoro mucho y está dentro de nuestras posibilidades”, palabras que no pasaron inadvertidas en el Mundo Colón.
El rendimiento del rosarino en 2025 sustenta ese elogio. Disputó 36 partidos, acumuló 2.857 minutos y aportó dos goles, convirtiéndose en uno de los jugadores más confiables de un equipo que construyó su ascenso desde la solidez colectiva. Su presencia en la mitad de la cancha fue fundamental por su intensidad, su agresividad en la recuperación y su capacidad para organizar el bloque defensivo.
Formado en Juventud Unida de Villa Esther, Antonio también vistió las camisetas de Instituto, San Martín de San Juan y Deportivo Maipú antes de asentarse en Gimnasia. Con contrato finalizado y sin renovación en Mendoza, su salida quedó liberada, lo que facilitó las gestiones de Colón.
De cerrarse la operación, Antonio sería una de las primeras incorporaciones del nuevo ciclo sabalero y un nombre que encaja a la perfección con la idea de Medrán: jugadores conocidos, confiables y adaptados a su propuesta futbolística. Mientras Colón continúa trabajando para destrabar inhibiciones y ordenar el plantel, la dirigencia apunta a asegurar cuanto antes refuerzos de jerarquía para encarar el 2026 con otra imagen.
