-«Pulga», ¿tu gol más lindo en Colón pudo ser el más triste contra Atlético Tucumán al «Laucha» Lucchetti?
-Yo me quedo con el que le hago a Andújar, de zurda, porque es la pierna de palo y encima por arriba
-La pierna que no manejás y encima «picarla»
-¿Cómo que no manejo la zurda? Googleame: ¡de zurda tengo 50 goles! (risas)
-Hubo uno de cabeza, en Avellaneda, increíble
-Sí, con Racing… ahí ni salto. Me salta una torre adelante, me acuerdo, creo que era Sigalli…o Cáceres, el lateral-central. Pongo la mano, me pega la pelota en la cabeza y se mete en el ángulo
-Se dio el caso de la señora hincha de Colón en silla de ruedas en una cancha. ¿Te pasaron muchas cosas así en Santa Fe?
-No me gusta contar las cosas que hago porque las dejo para la gente que las hago. Fui a visitar personas que ni conocía y soy de confiar mucho en las personas. El que puede hacerlo lo tiene que hacer. La gente piensa que somo intocables; somos personas común y corriente que jugamos al fútbol. No somos famosos. Debemos hacer esas cosas y acercarnos a la gente
-En tu Simoca natal sos de respaldar mucho la ayuda social porque hay necesidades
-Uno trata de devolverle a la vida lo que la vida nos dio. Yo vengo de una familia muy humilde. Se lo que es llegar justo a fin de mes o directamente no llegar. Hacemos pollo al horno, las ensaladas y la gaseosa. Lo hacemos allá en Simoca en Navidad, con mis hermanos que somos muchos y amigos
-¿Te ves en política en algunos años?
-El compromiso mío es ayudar, yo juego al fútbol y soy jugador de fútbol. Estoy ciento por ciento con la pelota. Mañana pueden pasar cosas, como una lesión, porque la vida es así. No digo que no ni que sí.
-¿Te ofrecieron cosas para ir a la política en Tucumán?
-Me ofrecieron mucho y siempre. No tanto como Gobernador, pero de ahí para abajo todo
-¿Cómo te trató la gente de Unión? ¿Te quedó la «espina» de no poder ganar el clásico?
-Me llevé bien, en Santa Fe salgo a la calle y camino tranquilo. Nunca un problema y hasta me saco fotos con gente de Unión. Jamás ningún problema. Queda eso de que no les ganamos el clásico y te lo dicen
-A propósito, ¿queda presionado Colón para ganar este clásico en cancha de Unión?
-No se, pasa que en este momento Colón va a iniciar un proceso donde todos los partidos van a ser pruebas de fuego. Desde Lanús hasta el último partido, todos son importantes. ¿De qué sirve ganar el clásico si arrancamos perdiendo los primeros tres partidos?. No pasa sólo por un partido, ganar un clásico se puede ganar. Hay que jugar el clásico pensando en el arco de enfrente. Todos los clásicos son iguales, porque se quiere ganar o ganar. Gimnasia con Estudiantes no gana y va con la ilusión. En La Plata, hicimos cuatro goles (N. de R.: «Pulga» hizo tres ese día) y no lo pudimos ganar.
-Con esto del Mundial, se puso foco en los penales y en tu famoso «saltito»
-No se podía disfrutar, porque cuando estás adentro es una cosa. De afuera decís como cualquiera «¡cómo lo va patear así…!». Pasa que ahí tenés arqueros que son números 1. La verdad que al que más miraba es a Messi con sus penales. Son increíbles
-¿Qué pasa cuando, como te toco a vos en Colón y a Messi en el Mundial, fallás un penal? ¿Qué se hace?
-Volvés al principio, volvés a la base. Erré por patear fuerte, entonces digo si lo miro y espero, pateo mejor. Hay que volver siempre a lo que te da tranquilidad. Cuando hacés el salto y el arquero se mueve, la podés tocar a cualquier palo
-Pasa que están las circunstancias: La Olla, lluvia torrencial, viento
-¡Pasó ahí!, ¿ves?. Dije «pateo fuerte y aseguro». ¿Cómo lo aseguro?. Cuando yo pateo fuerte, pierdo la dirección. Cuando errás ahí, decís ¿por qué no hago el salto? Pero estaba lloviendo y te queda. Cuando Messi erra el penal pateando fuerte habrá dicho ¿para qué pateo fuerte?. Si siempre la coloca, incluso la final misma
-Estuviste con Maradona y te dirigió. Sigue pendiente la cuenta de conocer a Messi…
– Lo vamos a conocer, por mí y por mis hijos. No pude viajar al Mundial a conocerlo porque había nacido León
-¿Qué le dirías a la gente de Colón?
-¡Gracias!. Por el cariño desde el día uno hasta la partida. Agradecerle por el cariño que me brindaron a mí, mi familia, mis hijos. Es un momento duro irnos de Santa Fe, pero pasaron cosas que uno prefiere evitarlas
-¿Qué fue lo más triste en Colón, «Pulga»?
-No tuve nunca tristeza en Colón, fueron todas alegrías. Hoy nos toca partir pero me fui el último de local, cuando cumplí los 100 partidos y tuve la suerte de convertir. Pude mirar a los hinchas a la cara y festejar. Ese fue mi último partido. No tenía que jugar otro para cerrar. Me despedí en ese momento aunque no lo anuncié. Me llevo los mejores recuerdos de Colón y en algún momento nos volveremos a encontrar.
-No hay dos sin tres…Quizás como DT…
-Siempre que tomo un camino lo tomo al 100 y convencido. No se si voy a ser entrenador, pero aunque sea a pasear voy a volver a la institución, aunque sea a mirar un partido de Colón y visitar utileros. Dejé muchos amigos dentro del club. No los nombro para no olvidarme de ninguno. Ellos saben lo que siempre les decía…
-Al presidente Vignatti sí le dijiste que venías para sacarlo a campeón
-Sí, a José se lo dije cuando llegué. Pero me refiero a auxiliares, médicos, nutricionistas. Algún día voy a dejar de ser jugador, pero lo único que dejamos es como sos. Cada uno saca sus conclusiones, cada uno dice y escribe lo que quiere. Tengo tres hijos que están creciendo y quiero que le digan «te felicito por el padre que tenés»
-Será raro para muchos ver la 10 de Colón en la espalda de otro… para vos también será raro
-Mirá, cualquier persona, cualquier jugador, cualquier dirigente…siempre primero está la institución. Todos los clubes cambian los números. Los números están para usarlos, lo que ya pasó…pasó. En Atlético Tucumán hice 120 goles con la camiseta número 7. Vino otro y la usó. No me llam eso de retirar un número, yo elijo verlo a mi camiseta. Prefiero ver un Farías. Si me preguntas a mí…¡a «Facu» le encanta la 10!. Cuando no estuve la usó en esa final con River. A él le gusta, se identifica con ese número. Yo digo que es Farías pero mañana viene un refuerzo, la pide y se la dan.
-Parece que se pone triste el día en esta entrevista final acá en Santa Fe…
-Los días grises son parte del paisaje. Me iría triste si no hubiese conseguido lo que conseguí. Salí campeón, subcampeón, salí goleador, jugué muchos partidos, no tuve grandes lesiones, que es lo que uno siempre apunta. Cuando me lesioné, volví rápido. Tuve muy buenos kinesiólogos, mención especial para el «Chanito» Del Ponte, que me abría la clínica siempre.
-¿Le gritarías un gol a Colón?
-No, ¡jamás!. Es más, si le hago un gol, le pediría disculpas. Jamás le faltaría el respeto. Se lo hice a Atlético Tucumán y pedí disculpas. Con Colón lo mismo, porque ellos pusieron sus sueños de fútbol en uno. Por eso no le gritaría un gol a Colón.
