“Es una vergüenza, esto que hicieron no fue ni consensuado. Nos comunicaron que se juega a las 11 y nada más. Ellos (por Colón) pueden cambiar la planilla, nosotros tenemos los mismos jugadores. Esto es toda una verdadera vergüenza, lamentablemente es así. Nosotros nos vamos a presentar porque somos un club con dignidad y sobre todo personas con dignidad”, reconocían entrada la madrugada desde la concentración extendida de Mitre de Santiago del Estero. Quien llegó a cargo de la delegación norteña a Santa Fe, su gerente Matías Moisés, recibió instrucciones de Guillermo Raed, poderoso empresario vinculado comercialmente a la AFA y presidente de Mitre: “No hablen, no digan nada”. De todos modos, por la info a la que accedió el diario de Santa Fe, a los minutos pendientes (en principio once más la adición), Mitre los jugaría y completaría “bajo protesta”, algo que deberá dejar sentado en la nueva planilla que abra el juez Viola.
A excepción de los jugadores amonestados y los cambios ya realizados, se puede cambiar el resto de la planilla. Ejemplo: anoche no jugaron Guillermo Ortiz y Christian Bernardi; si el DT Andrés Yllana así lo dispone los podría incluir en el nuevo Colón. “Tiene cosas de continuidad de partido viejo y cosas de partido nuevo”, explican desde la AFA.
“Nuestro presidente no quiere hablar y yo no estoy autorizado tampoco a hablar como gerente, a pesar de la indignación, pero bueno tengo que respetar lo que me pide el presidente”, desliza en las primeras horas del martes el gerente y jefe de equipo de Mitre, Matías Moisés. Ni siquiera alcanza saber que Colón se hizo cargo de todos los gastos: alojamiento, traslado y comidas.
Guillermo Raed, presidente de Mitre, fue en su momento vicepresidente tercero de la AFA y llegó a ese escenario cercano a “Chiqui” Tapia de la mano de Pablo Toviggino. Su empresa de gaseosas patrocina a muchos equipos de la AFA. Más allá de “jugar bajo protesta” los minutos pendientes, Mitre de Santiago del Estero presentaría en AFA una dura protesta por los incidentes en el Cementerio de los Elefantes.
Por Darío Pignata