En Colón, las negociaciones por las salidas del plantel quedaron en pausa. Hasta que los jugadores no estén al día con los pagos, difícilmente haya nuevas rescisiones. La situación económica condiciona cualquier movimiento, en un cierre de temporada que dejó mucho por replantear.
La única excepción fue José Barreto, quien acordó su salida pese a tener varios meses pendientes de cobro, una decisión que el resto del grupo no acompañó, ya que nadie quiere ceder un peso. En general, la postura de los futbolistas es clara: no firmar nada hasta cobrar lo adeudado, luego de una campaña decepcionante en la que nadie estuvo a la altura.
Hasta el momento, el plantel lo último que cobró fue julio y se espera que antes de las vacaciones llegue un nuevo pago, ya que los trabajos finalizarán este viernes en el predio 4 de Junio.
En cuanto a las salidas, el primero en hacerlo fue Joel Soñora, con un paso sin trascendencia futbolística y más recordado por sus incursiones en el golf que por su rendimiento en cancha. Luego, se avanzó con Cristian García, aunque su contrato vigente hasta 2026 complica la negociación: los números no cierran y a eso se suma la deuda.
Desde entonces, todo quedó frenado. El desajuste financiero no solo impide acordar nuevas desvinculaciones, sino que también deja abierta la incógnita sobre cómo Colón reorganizará su plantel y sus cuentas de cara a un 2025 que se presenta cargado de problemas y con elecciones en el horizonte.
