El 30 de noviembre Colón elegirá a su nueva conducción y lo hará en un contexto que refleja, con crudeza, el pulso del año: la cantidad de socios se redujo a menos de la mitad respecto del pico registrado a comienzos de temporada.
En el arranque del año, el Sabalero había alcanzado un récord histórico con 29.200 socios, un número que alimentó ilusión, expectativa y marcó un respaldo masivo para un proyecto que luego no pudo sostenerse dentro de la cancha. Con el correr de los meses, la inestabilidad deportiva y el impacto económico del país golpearon. La falta de resultados apagó motivaciones y el bolsillo terminó de hacer el resto.
En la actualidad el padrón ronda los 14.000 socios, una cifra que marca la caída abrupta de este 2025: más de 15.000 personas se alejaron, una baja que explica la pérdida de clima electoral y el desinterés que hoy se percibe en el día a día del club.
Con ese escenario, las proyecciones para el acto eleccionario son modestas. Se estima que poco más de 5.000 socios se presentarán a votar, un número bajo si se tiene en cuenta que habrá cinco listas compitiendo por el timón.
Una elección de tan bajo caudal marcaría una señal de alarma para un club que supo tener, hace apenas unos meses, el padrón más grande de su historia. Pero la actualidad deportiva terminó erosionando esa base y la elección se desarrollará bajo el impacto de una temporada en la que Colón estuvo lejos de estar a la altura de su gente.
La renovación dirigencial llegará en un momento decisivo: con un padrón reducido, con poco margen de error y con la obligación de recuperar credibilidad, motivación y pertenencia para volver a reconstruir un Colón fuerte desde adentro.
