La situación de Alberto Espínola continúa generando preocupación en Colón, ya que el conflicto económico con el defensor paraguayo mantiene al club en un estado de incertidumbre institucional y deportiva. Desde el pasado lunes, Espínola se encuentra en condiciones de inhibir al Sabalero ante la FIFA, lo que podría complicar futuras incorporaciones si no se resuelve el conflicto.
Aunque en los últimos días circularon versiones sobre un posible acuerdo, la realidad indica que todavía no hay un entendimiento formal entre las partes. La dirigencia sigue gestionando un préstamo en una entidad bancaria de importancia para poder hacer frente al pago pendiente. La deuda asciende a 375.000 dólares más 12.859.500 pesos, ambos montos con un interés anual del 5%, y el jugador inicialmente rechazó la opción de abonar en cuotas, exigiendo que el pago se efectúe en un solo desembolso.
El plazo límite fijado por la FIFA venció el 17 de octubre, y de no cumplirse con el fallo, Colón quedaría automáticamente inhabilitado para registrar jugadores, un escenario que tensiona la planificación de cara a la próxima temporada. Sin embargo, al no haberse presentado aún el reclamo formal, el club mantiene cierto margen de negociación.
El optimismo en Santa Fe surge de la voluntad de Espínola de destrabar la situación y de las gestiones que realiza el club para cumplirle con lo debido. El próximo lunes, cuando se actualice el informe semanal que realiza la FIFA, se conocerá con certeza si Colón corre riesgo de sanción por parte del organismo internacional.
En la sede del club confían en que las gestiones puedan concretarse en las próximas horas, evitando así un nuevo conflicto económico y deportivo. Mientras tanto, la incertidumbre persiste, y cada día que pasa mantiene a los dirigentes expectantes sobre cómo se resolverá uno de los capítulos más complejos de la temporada.
