Como ya ha ocurrido en Boca en reiteradas ocasiones ante una derrota inesperada, una eliminación estremecedora o una situación inoportuna que movió los cimientos, el presidente Juan Román Riquelme ingresó al vestuario y le habló a los jugadores cara a cara en Santiago del Estero.
El prematuro adiós en la Copa Argentina frente a Atlético Tucumán pegó duró internamente, hizo mella tanto en el plantel como en el cuerpo técnico y eso quedó evidenciado en la aparición del presidente en las entrañas del Estadio Único Madre de Ciudades.
¿Cuál fue el mensaje? “Traguen saliva. Agachen la cabeza y saquen esto adelante. De la única manera que salimos de esto es ganando”, fueron las palabras que le nacieron a Riquelme a minutos de un nuevo fracaso deportivo de Boca.
Del palco al vestuario. Román vivió -con mate en mano como de costumbre- el 1-2 con Atlético Tucumán en el palco del moderno escenario santiagueño y al rato bajó a las instalaciones para encontrarse con los futbolistas. Fue breve, simple y contundente.
En un año en el que Boca ya acumula varios cimbronazos al hilo (quedó eliminado en el repechaje de la Copa Libertadores, en cuartos de final del Torneo Clausura y no pasó de fase de grupos en el Mundial de Clubes), la caída en la Copa Argentina llega como un golpe de nocaut. Riquelme sabe que la paciencia se agotó y tal como le expresó a los jugadores, Boca debe empezar a ganar.
