Era uno de los platos fuertes de la primera fase del Reducido, claro. E incluso se estimaba que sería uno de los más parejos, teniendo en cuenta que ambos quedaron quintos en sus respectivas zonas. Pero toda la paridad, que terminó reflejándose en el 0 a 0 final, solo le servía a Gimnasia de Jujuy: a pesar de la igualdad ante San Miguel -sufrida por momentos-, clasificó a cuartos de final por la ventaja deportiva.
El trámite tuvo sus momentos complejos para el espectador y de máxima preocupación en pos de evitar descuidos en el fondo. Pero los de Los Polvorines entendieron que solo les servía el triunfo, y en el segundo tiempo, el Sapito Coleoni metió cambios más ofensivos, como el de Bruno Nasta, y lo fue a buscar con todo: rompió la línea de tres en el fondo y sumó gente de la mitad de cancha hacia adelante.
El Lobo lo sufrió: Agustín Lavezzi, sobrino del Pocho, pegó un bombazo en el travesaño y Milton Álvarez se hizo fuerte tapando varias jugadas que llevaban peligro. Aun así, en los últimos minutos, San Miguel se desesperó por no poder abrir el marcador y perdió esa claridad que le permitió ilusionarse sobre algunos tramos del complemento. Gimnasia cumplió. Sigue con vida en búsqueda del objetivo.
Fuente: Olé