Con la continuidad de Claudio Úbeda prácticamente sellada, la dirigencia de Boca, comandada por Juan Román Riquelme, planea sumar un integrante más al cuerpo técnico del primer equipo antes de la pretemporada que comenzará el 2 de enero. En este sentido, quienes pican en punta son Pablo Ledesma y Leandro Gracián, dos que vistieron la camiseta como jugadores y que también trabajaron en el club una vez que colgaron los botines.
Poco menos de un año después de haberse retirado en Alvarado de Mar del Plata, Ledesma regresó a Boca en marzo del 2021 para ser técnico de la Octava División. Desde entonces trabaja ininterrumpidamente en las inferiores del Xeneize y hoy se encuentra en la Sexta, con Daniel Cata Díaz como ladero. Su equipo sumó 50 puntos en este 2025 y finalizó séptimo.
Tras apenas dos partidos en la Primera de Talleres, el oriundo de La Falda arribó a Boca a mediados del 2002. Jugó más de un año en Reserva y recién en 2004 comenzó a tener minutos con el primer equipo xeneize. Fue uno de los que pateó en aquella tanda de penales ante River por las semifinales Copa Libertadores de aquel año. En enero del 2008 fue vendido al Catania de Italia, club en el que estuvo cuatro años antes de regresar a Boca en 2012. En esos años consolidó su amistad con Juan Román Riquelme, a quien, por ejemplo, le copiaba el festejo cuando era jugador.
Más allá de que no es ídolo del club, es querido por los hinchas y su paso por la institución dejó muy buenos recuerdos. En total acumuló 236 partidos, en los que anotó 18 goles y repartió 13 asistencias. Además, levantó ocho títulos, entre los que se destacan la Copa Libertadores 2007 y las Copas Sudamericanas de 2004 y 2005.
Gracián, compañero de Ledesma en Boca durante el segundo semestre del 2007, tuvo un paso peor como futbolista, pero más destacado como ayudante de campo. Tuvo dos ciclos como jugador: entre 2007 y 2009, y en la temporada 2011/12. En total acumuló 57 partidos, convirtió ocho goles, repartió siete asistencias y levantó la Recopa Sudamericana 2008, el Apertura de aquel año y el Apertura 2011.
En 2022, tras un breve paso por Atlanta como ayudante de Walter Erviti, regresó al club para ser ayudante de campo de Hugo Ibarra en la Reserva, pero tras la destitución de Sebastián Battaglia, el Negro se hizo cargo de la primera. El tridente, completado por Roberto Pompei, se consagró campeón de la Liga Profesional de aquel año y de la Supercopa Argentina del año siguiente. Sin embargo, un mal inicio del 2023 desembocó en salida del cuerpo técnico y en la llegada de Jorge Almirón. En total, 36 partidos para el Tano como ayudante de campo en la Primera de Boca.
En marzo del 2024 lanzó su carrera como entrenador principal en Deportivo Madryn. Más allá de que no logró el objetivo de ascender, su paso por el conjunto patagónico fue muy bueno. Terminó segundo y primero de su zona en las dos temporadas, pero no pudo superar el siempre difícil Reducido. En 2024 cayó en la segunda ronda ante Gimnasia de Mendoza y en 2025 perdió las dos finales: nuevamente ante Gimnasia de Mendoza en cancha de Platense, y ante Estudiantes de Río Cuarto con un global de 3 a 1 a favor del conjunto cordobés. Una vez culminada la temporada, decidió dar un paso al costado.
Con Ledesma y Gracián como opciones principales, y Walter Pico y Roberto Pompei como alternativas secundarias, es prácticamente un hecho que se sumará un integrante al cuerpo técnico de Claudio Úbeda. Desde la dirigencia creen que una voz extra, que conozca el club, puede ayudar al Sifón y a Juvenal Rodríguez a tomar mejores decisiones durante los partidos, uno de los aspectos en los que quedaron en deuda sobre todo en los playoffs del Torneo Clausura. En las próximas horas, el club podría anunciar al tercer integrante a través de sus canales oficiales.







