No fue la guitarra de Lolo, como reza una canción de la popular banda Miranda, pero los flashes se los llevó todos Lorenzo Faravelli. Es que el argentino fue clave en la conducción, la creación y hasta la definición para que Independiente del Valle diera un paso gigantesco al vencer 3-0 a Melgar en la ida de las semis por la Sudamericana. Si bien la serie no está definida, quedó encaminada.
Está encarrilada y argentinizada. Porque el elenco que conduce Martín Anselmi brilló, no dejó rastros de desgaste físico y dominó con claridad -sobre todo en el complemento- gracias a la templanza de Cristian Pellerano, el tanto de cabeza de Richard Schunke y el gol con velocidad en el ataque de Lautaro Díaz. Sí, todos los albicelestes aportaron lo suyo para una noche soñada en el Paz Delgado.
Como se esperaba por el estilo que intentan protagonizar ambos equipos, el comienzo fue golpe por golpe. A los segundos, Bernardo Cuesta, otro nacido en Argentina, definió mordido ante el reclamo de Moisés Ramírez para la defensa de IDV. Y a los cuatro minutos, Faravelli lo perdió solo dentro del área. Justamente el volante ex Newell´s fue lo más picante del Mata Gigantes con dos remates más desviados y mucha participación en los últimos metros de la cancha.
Tras dos gritos anulados por claras posiciones adelantadas, la visita notó la exigencia física y mermó su rendimiento, lo cual aprovechó en un nivel muy alto de juego el cuadro ecuatoriano.
Y de tanto ir el cántaro a la fuente, finalmente la solidez defensiva del Dominó se rompió: Sornoza la picó y, de cabeza, Richard Schunke ganó en las alturas para adelantar al local a la media hora de iniciadas las acciones. Sobre la agonía del primer tiempo, Martín Pérez Guedes quedó mano a mano con Ramírez y la Araña metió justo el pie para evitar el empate. Segundos después, Moisés se lució con otra salvada al córner. En silencio, el arquero también se destacó y mucho.
Y esa superioridad en la tenencia (terminó con el 58% de la posesión) y las situaciones más claras (diez remates a puerta contra dos), los del Valle lograron trasladarla al marcador. Faravelli siguió como el eje y aunque falló mucho en la definición, finalmente tuvo su premio: a los 22´ del complemento recibió al borde del área rival y la puso pegada al palo para estirar las diferencias. Y si el mazazo era demasiado difícil de deglutir para Pablo Lavallén y los suyos, tras 120 segundos llegaba una arremetida a pura velocidad de Lautaro Díaz que culminó de forma precisa para convertir el triunfo en goleada.
Con un Melgar al borde del nocaut, solo hubo tiempo para un cabezazo en el poste de Alexis Arias en la visita y dos chances dilapidadas por Jaime Ayoví en el Negriazul. Visiblemente conforme por la actuación de sus dirigidos, Anselmi tendrá una semana para, entre partidos por el marco local, preparar la mejor estrategia y en Arequipa cerrar el acceso a la gran final.
Fuente: Diario OLÉ
