A los 17 años y tras apenas 64 partidos con la camiseta de River, Franco Mastantuono fue vendido en 45 millones de euros a Real Madrid. A pesar de haber sido la transferencia más importante en la historia del club, los fanáticos millonarios se quedaron con un sabor amargo y hasta con cierta bronca por su partida, confirmada antes del Mundial de Clubes.
En charla exclusiva con TyC Sports, el jugador se refirió a su salida, al amor por el club, a la reacción de la gente y a sus sueños por cumplir con la banda roja. «Entiendo a muchos hinchas que por ahí están enojados con la decisión que tomé», admitió, y dejó la puerta abierta para volver a Núñez: «Me quedan muchas cosas pendientes, sobre todo ganar títulos», aseguró.
– Escribiste una carta de despedida. ¿Cuánto tiempo tardaste en escribirla? ¿Cuánto borraste, cuánto seguiste escribiendo? Porque te dan vuelta cosas por la cabeza y tratás de ponerlas en palabras.
– La carta la hice cuando volvíamos del Mundial de Clubes. No quería hablar después de ese momento porque sabía que…
– ¿En el avión?
– Sí, en el avión, en mi casa. Hablé con… bueno, mi vieja me ayudó mucho, porque ella lo vivió todo muy personal. Escribí, borré, decía: ‘¿esto lo digo o no lo digo?’, ‘¿cómo hago para que suene de verdad como lo siento?’ Porque era algo que me pasaba, que me pasa. Yo por redes no suelo mostrarme, entonces creo que este era un momento para poder decir unas palabras que sentía, que tenía adentro, que me gustaba que la gente escuche. Porque estaba tomando una decisión de vida que no era fácil, y la quería comunicar. Creo que fue todo de corazón y lo que me salió en el momento.
– ¿Qué es River en tu vida y qué va a ser para siempre?
– Ya lo he dicho. Primero, soy un hincha como todos. Desde muy chico mi familia me inculcó eso de River. Siempre fui hincha, siempre lo seguí, siempre iba a la cancha. Me iba desde Azul a Buenos Aires para poder ir al Monumental. Para mí siempre fue un sueño. Después, cuando llego a las inferiores del club, me cambió por completo la vida. Ya vivía en una pensión, fuera de mi casa, me fui de muy chico. Todo eso me marcó, no solo como hincha, sino como persona, porque realmente me formé ahí. A la gente de la pensión, que les agradezco siempre, a Tito, que fue uno de los que más me marcó, y a todos los chicos que trabajan ahí. Cuando me fui de la pensión fue muy difícil también, porque seguía mi vida y en eso estaba River. Después, cuando me llama Demichelis para hacer la pretemporada con Primera, me cambió la vida. Si tengo algo para describir de River es que es mi vida. Ahí me formé como persona, como jugador. Si hay algo que tengo que hacer es agradecerle.
– Un momento en River, si tenés que quedarte con uno.
– Sí… creo que el debut o el gol a Boca. El gol, bah, no sé…
– Ese va a quedar en el recuerdo, ¿viste? Lo van a seguir pasando y se van a acordar de eso.
– Sí, la verdad que es muy especial. Dije después de la nota de ese partido que había sido el partido que más había esperado. Había jugado dos clásicos antes, pero una cosa es empezarlo como estaba jugando yo, como titular. Era un partido muy especial para mí. Se había hablado mucho de ese partido, de que era una prueba para mí. Era el partido capaz más importante que jugué con River. Y creo que fue un momento especial, donde sobre todo lo disfruté.
– ¿Alguna cuenta pendiente con River?
– Pendiente sí, muchas cosas. Me hubiese gustado ganar muchos más títulos. Es un sueño que tengo todavía presente. Ganar títulos con River no se negocia. Me tocó estar en la Supercopa contra Estudiantes, que no jugué, pero imaginate que llevaba 20 días en River y lo que festejé ese título… Me quedan muchas cosas pendientes, sobre todo eso de ganar títulos, porque eso en River se disfruta mucho.
– Si tuvieses que hablarle directamente al hincha de River, ¿qué te gustaría decirle? Ya que tenés este lugar, este espacio.
– Agradecerle. Como te dije recién, el hincha de River me brindó un apoyo incondicional. Cuando debuté, sin saber quién era yo, la gente me aplaudió. Para mí fue un plus. Todo eso, desde que jugué el último partido en el Mundial de Clubes, lo sentí. Claramente eso es un plus para el jugador: que la gente te aplauda, que te quiera, que te salude por la calle y te felicite. Eso le suma un voto de confianza al jugador que es muy importante. La gente de River me trató como soñaba, y le agradezco mucho por siempre el apoyo. Entiendo a muchos hinchas que por ahí están enojados con la situación, con la decisión que tomé. Los entiendo, porque como hincha de River uno siempre piensa en el club, no en el jugador.
– Los entendés, pero ¿te duele que piensen así?
– No, no me duele, porque entiendo lo que están pensando. Yo sé que no están en mi lugar, entonces no pueden saber lo que me pasó ni cómo fue la situación realmente. Los entiendo como hincha de River, que no quieren que se vaya un jugador. Pero bueno, yo me quedo con los que me apoyaron, con los que me bancaron todo este tiempo, que para mí fue muy importante.
La vida de Mastantuono continuará en España, nada menos que con la camiseta de Real Madrid. Si los caminos de su carrera lo volverán a cruzar con River, es algo que solo el tiempo sabrá. Lo cierto es que el pibe volvió a tener palabras de agradecimiento y de amor para el club, y, seguramente, cuando pasen los años y los hinchas lo vean triunfar en Europa y en la Selección Argentina, el rencor de algunos quedará olvidado y su vuelta se volverá un sueño más en el horizonte.
