El conjunto sanjuanino igualó 0 a 0 con Instituto y sigue en zona de descenso a sólo cinco fechas para el final del torneo. Encima, hubo problemas con los simpatizantes y Romagnoli se quedó sin crédito.
Lo que podía ser una jornada en donde San Martín de San Juan lograra encaminarse para afrontar la recta final de la temporada con alguna expectativa de salvarse del descenso, terminó siendo una tarde de terror. El equipo de Leandro Romagnoli volvió a quedar en deuda tras el 0 a 0 con Instituto, en un partido marcado también por los incidentes que generaron los mismos hinchas del Verdinegro.
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Con esta igualdad, la quinta en el actual torneo Clausura, sumada a la victoria de Aldosivi ante Unión por 2 a 0 y que Talleres aún no disputó su partido de esta fecha, el cuadro sanjuanino se hunde en la zona de descenso directo y el final de la película parece inevitable.
Este sábado ante la Gloria, el equipo volvió a estar lejos del nivel esperado, sufrió con cada ataque del rival y, para colmo, cuando el conjunto de Romagnoli había encontrado circuitos de juego, el partido se detuvo por una insólita razón: un grupo de hinchas locales se subió al alambrado olímpico para pedir que dejen ingresar al estadio a simpatizantes de Instituto, quienes se encontraban en las afueras del Hilario Sánchez.
Ese parate en el cierre de la primera etapa le bajó el ritmo al equipo, que encima en el inicio del segundo tiempo sufrió la expulsión del mediocampista Nicolás Watson, lo que lo obligó a resguardarse para que el final de la película no fuera peor.
Tras el partido, el entrenador habló en conferencia de prensa y manifestó que tiene fuerzas para seguir en el cargo: «Estuve hablando con Jorge y con Pablo -presidente y vice-, siempre estamos en contacto y hacemos un repaso de cómo venimos. Por ahora tengo fuerzas para seguir y tratar de ganar el próximo partido».
El próximo duelo del conjunto cuyano será nada menos que ante San Lorenzo, el viernes que viene a las 14.30 en el Nuevo Gasómetro, en un partido que seguramente será muy especial para el Pipi. ¿Llegará?
