Atlético de Madrid fue el protagonista del primer papelón del Mundial de Clubes y quedó eliminado en fase de grupos pese a la victoria 1-0 ante Botafogo en Los Ángeles.
El equipo de Diego Simeone debía golear 3-0 para meterse en octavos, algo que hicieron el Fogao y PSG.
El Cholo confió desde el inicio en Rodrigo De Paul, su hijo Giuliano y Julián Álvarez para la misión que no tuvo el resultado exitoso. En el complemento ingresaron Nahuel Molina y Ángel Correa, mientras que Juan Musso estuvo en el banco de suplentes.
El mexicano César Ramos, árbitro del encuentro, tuvo excesivo protagonismo y omitió un par de penales para el Colchonero por infracciones a la Araña.
Sobre el final del encuentro Antoine Griezmann abrió el marcador y volvió a anotar después de cuatro meses. Pese a la búsqueda, al Atlético de Madrid no le alcanzó para avanzar y se despidió prematuramente del certamen.
