Pudo ser para Sarmiento, sin dudas; pero también pudo haber sido para Huracán, que en el resumen general del partido y en el ping pong fue el amplio ganador. Pero a esto se gana con goles y al Globo le cuesta mucho hacerlos. Y mucho más si en el arco está Manuel Vicentini, el gran responsable de un empate que tiene sabor a pocos para los dos equipos.
El Verde lo arrinconó de entrada. Un poco por el viento a favor -literal-, pero también porque lo presionó alto. Y el Globo, en vez de saltar líneas con pelotazos largos o frontales, la mayoría de las veces optó por salir jugando aunque esto implicara invitar al rival a una zona de peligro. Si no pasó a mayores fue porque pese a que algunas de esas excursiones desde el fondo salieron mal, el anfitrión no supo cómo resolver esas situaciones.
Se prestaron la pelota y los dos intentaron, con sus armas, como pudieron. Del lado de Sarmiento con Mainero volviendo loco a Ibáñez en la derecha y el de Parque Patricios con el buen pie del chico Cabral, quien encaró siempre con sus dos perfiles pese a que chocó con la solidez de García en ese sector.
Los arqueros, hasta ahí, pintados. Por lo menos en el PT. Trabajó un poco más Marcos Díaz, es verdad, pero tampoco fue que el de Junín fue un vendaval. Nada de eso. Intentó más siendo más prolijo, sí; fue más claro, puede ser; mereció más en la primera parte, no tanto.
Al Globo de Kudelka, al menos en el inicio, se le apagó la tele cada vez que llegó a tres cuartos de campo enemigo. Hasta esa zona se acercaba bien, con el empuje de Vera, el buen pie de Yacob y la insistencia de Cabral, pero le faltó el toque final. Lo que pedía Frank Darío a gritos desde el banco: resolver.
Cambió Sciacqua en el ST, posicionalmente: pasó Bravo a la mitad de la cancha, Molina a la izquierda y línea de 4 atrás. Y de entrada le surtió efecto, ya que lo tuvo Arismendi, tras una contra en la que todo Globo pidió penal por una mano tras un remate de Galván (no fue, pegó en la espalda de Torres), pero el gigante Marcos Díaz se quedó con ese mano a mano. Pero después esa variante táctica no le hizo tan bien…
Porque Huracán aprovechó los espacios que se liberaron en el fondo y allí se hizo de ida y vuelta la cosa porque la visita mejoró y porque también apuró: era gol de Silva, pero despejó antes Mancinelli, Vicentini le tapó un zurdazo al ingresado Cóccaro y después le ganó un mano a mano, Vera casi que raspó un poste con un tiro libre y Cabral no le pudo girar la cabeza en su testazo y tapó el arquero.
Quiso más Huracán en el epílogo, hasta el último minuto, pero no pudo. Ya era tarde. Vicentini había bajado la persiana hacía rato…
