Horacio Zeballos (11º actual del ranking ATP dobles) y Marcel Granollers (14º) sellaron la mejor temporada de sus carreras en Grand Slams. Ya se habían quitado la espina de coronarse en un major cuando ganaron en Roland Garros, ahora sonríen en Nueva York. Tras una épica final que incluyó salvar tres match points, derrotaron a los británicos Neal Skupski y Joe Salisbury (10º y 15º, respectivamente) para ser campeones del US Open 2025.
Las parejas se conocían y mucho. Se habían enfrentado en los últimos dos Grand Slams, una final en polvo de ladrillo y unos cuartos de final en el césped londinense. Ambos duelos se habían definido a favor de la dupla argentino-española.
Bajo el techo cerrado del Estadio Arthur Ashe, se repitió la final de Roland Garros 2025. Los primeros games del encuentro transcurrieron sin quiebres. El momento clave llegó en el octavo juego, cuando Granollers sacaba 3-4 abajo. Una doble falta del español les dio sus chances de break, y una segunda les permitió convertir esa posibilidad y sacar para el set con ventaja por 5-3.
El segundo parcial fue una historia muy diferente. Inicialmente, la pareja campeona en París estuvo en aprietos en el 3-3. Allí remontaron un 0-40 abajo para mantener el saque y volvieron a sostener en el 5-5, para asegurarse la definición en el tiebreak. La instancia de desempate reflejó la jerarquía de la dupla Zeballos/Granollers y un tercer parcial definiría el título en Nueva York.
En un final cargado de tensión, el marplatense levantó tres match points con su saque para conseguir el alivio y quedar 5-5. En ese momento, ese break point que les había sido esquivo durante todo el partido, llegó en el momento justo. Eran tres chances de quebrarle a los británicos. Primeros dos, salvados. Pero en el tercero, llegó una devolución exquisita de Granollers. Un muñecazo de derecha inapelable. Solo faltaba sacar para llevarse el título.
De esta forma, el marplatense de 40 años sigue haciendo historia para el tenis argentino. Consigue su título Nº26 el dobles y su segundo Grand Slam. La química con Granollers sigue intacta, un socio innegociable para el argentino.
