"Creo que cada partido me es útil y es una buena señal para mí. No estoy donde espero estar, pero todavía hay espacio para crecer". Jannik Sinner, a puro optimismo en su torneo regreso.
Tras tres meses de sanción por doping, el N°1 del mundo ya hilvanó dos victorias en el Masters 1000 de Roma. "Estoy contento de jugar otro partido aquí, Roma es especial", declaró el local tras conseguir el pase a octavos de final.
El líder del ranking masculino se impuso por 6-4 y 6-2 ante el neerlandés Jesper De Jong (93º), después de una hora y media de juego. Pero se viene el que puede ser el duelo de la semana.
"Ciertamente, este fue un partido diferente al de la noche, pero empecé bien, luego tuve un bajón, lo cual es normal, pero estoy contento con el primer set. Lamentablemente se lastimó después. Lo siento porque es un hombre muy bueno", cerró sobre el choque.
"Veremos qué pasa ahora e intentaremos subir el nivel", añadió, de cara al choque con el argentino Francisco Cerundolo: "Será un partido difícil, ya me ganó, pero necesito partidos como este para entender mi nivel".
El italiano, campeón del Abierto de Australia a comienzo de año (único torneo que disputó), se perdió eventos de importancia como Indian Wells, Miami, Monte-Carlo y Madrid, pero sigue apuntando alto en Roma. Esto, sin obligarse al título pero poniéndose a punto para su gran objetivo: Roland Garros, segundo Grand Slam del año, torneo que comenzará a desarrollarse a finales de mayo.