Por Ricardo Porta.
Desde que asumió la Presidencia de uno de los dos clubes más importantes de Santa Fe, Spahn está viviendo su peor etapa. Me imagino angustiado y haciendo el duelo por la irreparable pérdida de su compañera de ruta y acusado por la Justicia y viendo cómo lo están dejando sólo sus pares de CD.
Me pregunto: ¿Tendrá la capacidad suficiente como para superar esta complicada situación? Son momentos en los que se necesita tener la cabeza fría y hacerse la pregunta de rigor: ¿Por qué me pasa lo que me pasa a mí?
Ponerse frente al espejo y con valor mirarse a los ojos y preguntarse: ¿En qué me equivoqué? Pero, para que éste ejercicio filosófico sea efectivo, no hay que mentirse. Tiene, debe ser auténtico.
Humildemente le sugiero al Presidente, por lo que representa, que una vez que se vea frente al espejo, lo haga sin rencores, sin buscar culpables, haciéndose cargo de cada una y todas las decisiones tomadas.
Le aviso también, por ser una práctica que conozco perfectamente por haberla experimentado, que no es un ejercicio simple. Pero puedo asegurarle que respetando a rajatablas el manual de instrucciones, es de una conclusión certera, inapelable. Sólo se necesita NO MENTIRSE.
Se también que comienza a transitar, en medio de toda la problemática, tiempos electorales. Por lo tanto tiene que darse cuenta que miles y miles de personas están esperando sus decisiones.
Por estar tomándole, por mi profesión, el pulso a la realidad diaria, es que estoy convencido que sus apariciones públicas en los últimos tiempos han dejado mucho que desear.
Por lo tanto y siempre desde mi más alto de los respetos, le sugiero que vuelva a sus raíces. Aquellas con las cuales él mismo se alimentó para obtener sus objetivos. Pero que, indudablemente, deben revisarse porque no es bueno el puerto al que ha arribado.
