En medio de las elecciones porteñas, los bloques opositores negocian convocar al recinto este miércoles para avanzar con proyectos jubilatorios y destrabar la comisión que investiga el caso Libra. El oficialismo ya anticipó su rechazo.
Mientras las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires redujeron al mínimo las actividades oficiales en la Cámara de Diputados, las conversaciones informales entre los distintos bloques opositores se intensificaron en los últimos días. Como resultado, crece la posibilidad de que se convoque una sesión especial para el próximo miércoles con un temario que genera fuerte incomodidad en el Gobierno nacional.
Uno de los ejes principales será destrabar la parálisis de la comisión especial encargada de investigar el caso $Libra, que no logró designar a su presidente por un empate de 14 votos entre oficialismo y oposición. Frente a ese estancamiento, la estrategia será llevar la discusión directamente al recinto.
Por otro lado, se intentará avanzar con diversos proyectos vinculados al sistema previsional. Esta semana se dictaminaron una docena de propuestas en un plenario de las comisiones de Presupuesto y Previsión Social, lo que evidencia el interés transversal en el tema, aunque ningún bloque cuenta con mayoría propia para garantizar la media sanción.
Uno de los puntos más relevantes es la propuesta del peronismo y la izquierda para restituir la moratoria previsional por dos años, que permitía a personas sin los 30 años de aportes completar lo que les faltaba y así acceder a la jubilación mínima. La negativa del Gobierno a prorrogar esta medida en marzo dejó a decenas de miles de adultos mayores sin acceso al beneficio, especialmente a mujeres, ya que 8 de cada 10 recurrían a este mecanismo.
Sin embargo, los bloques dialoguistas no acompañan esta restitución, por lo que se prevé su rechazo. En contraposición, el PRO y los libertarios proponen la creación de una comisión especial para elaborar una reforma integral del sistema previsional, con foco en el equilibrio fiscal y la sustentabilidad a largo plazo. Esta propuesta también sería rechazada, ya que es vista por gran parte de la oposición como una maniobra para ganar tiempo.
Otro proyecto que podría debatirse contempla la creación de una Prestación Proporcional para quienes no lleguen a los 30 años de aportes, reconociendo los años trabajados. Esta iniciativa cuenta con respaldo de Encuentro Federal, la UCR, la Coalición Cívica y un sector del PRO, aunque hay diferencias en torno al monto mínimo a pagar.
En el caso del proyecto de Encuentro Federal, redactado con la colaboración del ex titular de Anses Diego Bossio, se establece que el haber no puede ser inferior al 80% de la PUAM (Pensión Universal del Adulto Mayor). Desde Unión por la Patria no descartan apoyar la medida si se eleva ese piso al 100% de la PUAM.
Además, hay un acuerdo amplio entre Unión por la Patria, Encuentro Federal, DpS y el Frente de Izquierda para aumentar las jubilaciones un 7,2% y elevar el bono adicional, que hoy está congelado en $70.000. Mientras el peronismo propone llevarlo a $115.000 con actualización por inflación, Encuentro Federal plantea un aumento a $100.000. Pese a que la diferencia entre ambos montos es menor, ni el PRO ni la UCR acompañan ninguna de estas alternativas.
Desde el oficialismo ya advirtieron que rechazarán todas las propuestas por su impacto en las cuentas públicas, y que no dudarán en utilizar el veto presidencial en caso de que alguna iniciativa prospere.
El Gobierno se ampara en los números: según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la prórroga de la moratoria por dos años tendría un costo fiscal de 0,165% del PBI, mientras que elevar el bono a $105.000 costaría $1,16 billones mensuales (0,14% del PBI) y $2 billones anualizados. Si se optara por el monto de $115.000, el costo ascendería a $1,5 billones por mes (0,17% del PBI) y $2,56 billones por año (0,30% del PBI).
En este contexto, la sesión especial que la oposición busca habilitar el próximo miércoles podría convertirse en un nuevo punto de tensión entre el Congreso y la Casa Rosada, en un escenario legislativo donde el oficialismo ya no puede contar con un bloque de aliados monolítico tras los resultados de las elecciones porteñas.