.“Haremos a la Argentina grande nuevamente”, dijo Javier Milei al iniciar su intervención en el American Business Forum de Miami, ante un auditorio colmado de empresarios, deportistas y referentes políticos. El mandatario argentino, invitado por el alcalde Francis Suárez, desplegó un discurso ideológico y económico de alto voltaje, con críticas al socialismo, elogios al capitalismo y una apelación moral: “El fruto del trabajo propio es el derecho más sagrado del hombre libre”.
Con un tono enfático y sostenido, Milei volvió a marcar el eje que define su gobierno: la defensa del mercado y la reducción del Estado. “Por demasiado tiempo nos acostumbramos a escuchar que el capitalismo era un mal necesario. Pero no lo es. Es la forma más justa que existe”, remarcó ante los asistentes.
El capitalismo como moral y destino
A lo largo de su exposición, Milei retomó argumentos de economistas austríacos y reivindicó la tradición liberal clásica. Citó a Israel Kirzner, Hayek y Locke para sostener que el capitalismo no sólo es eficiente, sino moralmente superior. “Nuestro sistema no es solo más productivo, es el único que está del lado de la ética y la libertad. Los otros son sistemas asesinos”, dijo.
Según el presidente, las críticas al libre mercado “han ganado la lucha por las ideas en Occidente” y por eso, advirtió, “el comunismo está más cerca de lo que creemos”. “Si concedemos que el capitalismo es un mal necesario, ya perdimos”, enfatizó, en un mensaje que resonó entre aplausos.
En esa línea, planteó una narrativa de enfrentamiento entre dos modelos. “Estas elecciones fueron un plebiscito entre el modelo de la libertad y el capitalismo, y el modelo de la servidumbre. Y los argentinos eligieron la libertad”, afirmó al recordar el resultado electoral del 26 de octubre, donde La Libertad Avanza obtuvo una victoria contundente.
Milei argumentó que su gobierno encarna un cambio de paradigma en la Argentina. “Estamos reencontrándonos con la fe en la propiedad privada y en el libre ejercicio dentro de la ley. Es el único camino hacia la prosperidad. El cambio es devolver la libertad y la responsabilidad a los ciudadanos”, expresó.
El mandatario también hizo una lectura moral del rol del Estado. “El Estado se expande año tras año, metiéndose en la vida de las personas. Hasta que no queda nada fuera de él. Y eso es comunismo”, insistió. Según dijo, su misión en Argentina “no es otra cosa que devolver el sentido común olvidado por una clase política encandilada de poder”.
La economía y el “riesgo kirchnerista”
Milei aprovechó el foro para defender los resultados de su programa económico y subrayar que la estabilización se logró “con consenso social, pero sin consenso político”. “El riesgo político afecta al crédito de toda la economía. La locura kirchnerista hace que todas las empresas paguen más caro el financiamiento”, afirmó.
El mandatario introdujo un concepto propio: el “riesgo kuka”, con el que definió el impacto negativo del kirchnerismo en los mercados. “Es el riesgo del socialismo. Un sector destructivo, ajeno al bien común, que le pone a todo el país una base de riesgo altísima. Pero ahora están más lejos que nunca de volver al poder”, subrayó.
En tono desafiante, Milei señaló que “la Argentina por fin le dijo que no a esta locura que tanto nos costó”. Y añadió: “El país ha dado un paso crucial en el camino de la libertad. Es irreversible. Ahora nos toca compensar el tiempo perdido”.
Para el presidente, la victoria en las urnas abrió una nueva etapa: “Dos de cada tres argentinos no quieren volver al pasado, ya se dieron cuenta de la mentira del socialismo del siglo XXI. Dos de cada tres quieren alguna versión del capitalismo. Esa es la ventana de oportunidades que tenemos”.
Milei convocó a los empresarios a sumarse a lo que llamó “un gran consenso capitalista”. “El sector privado sabe lo que tiene que hacer. Las oportunidades están. Tenemos que aprovecharlas ahora”, insistió, al tiempo que enumeró los sectores con potencial de crecimiento: energía, minería, pesca, agroindustria y tecnología.
También mencionó cifras de inversión: “Ya hemos tenido anuncios por más de 100 mil millones de dólares en el último año, de los cuales más de 50 mil se encuentran en instancias de aprobación”.

Trump, reformas y el mensaje final
En uno de los tramos más comentados del encuentro, Milei agradeció al expresidente estadounidense Donald Trump por haber ampliado la cuota de exportación de carne argentina “cuatro veces más que la anterior”. “Esto es parte de los acuerdos comerciales que entre ambos países estamos trabajando por rectificar”, señaló.
Luego, anticipó una agenda de reformas profundas: “A partir de diciembre tendremos el Congreso más reformista de la historia argentina”, dijo, y adelantó tres ejes: una modernización laboral para facilitar la creación de empleo, la baja de impuestos y una reforma penal para garantizar “que el crimen sea perseguido y castigado”.
“En Argentina, el que las hace, las paga. No hay monto mínimo de robo que se perdona. Así debe ser en una sociedad que respeta la propiedad privada”, remarcó, con una cita bíblica sobre Sodoma: “Era una ciudad donde robar estaba permitido, y así terminó: destruida”.
En el tramo final, el mandatario se permitió una apelación épica: “La Argentina del futuro, con todas sus bondades, es inimaginable para cualquiera de nosotros. Los invito a invertir en este país y a demostrar el poder moral del capitalismo”.
Y cerró su exposición con su clásico grito: “¡Viva la libertad, carajo! ¡Make America Great Again!”.
Tras su discurso, el presidente argentino recibió un obsequio que fue entregado por el alcalde de Miami, Francis Xavier Suarez y por el CEO del American Business Forum, Ignacio González.