El carismático actor murió esta madrugada mientras dormía en su casa de Utah.En 1980 ganó el Oscar como director con «Gente como uno» y fue cofundador del movimiento de Sundance.Activista medioambiental, luchó por la preservación del paisaje natural de su región.
El actor Robert Redford murió a los 89 años este martes a la madrugada. El carismático intérprete y director, que ganó el Oscar e impulsó el movimiento independiente de Sundance, falleció esta madrugada mientras dormía en su casa ubicada en las afueras de Provo, en Utah, a la que consideraba su lugar en el mundo.
La noticia fue confirmada en un comunicado por Cindi Berger, directora ejecutiva de la agencia de publicidad Rogers & Cowan PMK, que fue publicado por The New York Times. No se especificaron la causas de la muerte.
«Lo echaremos mucho de menos. La familia solicita privacidad», dice el texto que detalla que el actor murió rodeado por sus seres queridos.
Con su insolente belleza, Robert Redford encarnaba una cierta cara de América: ecologista, comprometido, independiente y próspero. Actuó en grandes clásicos, como «Butch Cassidy y el niño» (1969), «El golpe» (1973) o «Todos los hombres del presidente» (1976).
Tras ser varias veces nominado como actor, en 1980 ganó el Oscar como director por «Gente como uno» y en 2001 le otorgaron el premio honorífico por su trayectoria. En 2018 había anunciado su retiro: «Llevo haciéndolo desde los 21 años… ya es suficiente». Al año siguiente aún se lo pudo ver en la taquillera «Avengers: Endgame».
Comprometido con el medioambiente, Redford también luchó por la preservación del paisaje natural y los recursos de Utah. Llegó a intervenir ante un panel celebrado en al ONU sobre el cambio climático en el que se presentó como «un actor de profesión, pero un activista por naturaleza».
Su infancia, los deportes y las secuelas de la polio
Charles Robert Redford Jr. nació en Santa Mónica, California, el 18 de agosto de 1936. Hijo de un lechero y una ama de casa, supo conquistar el mundo con su carisma. De su padre heredó la pasión por el béisbol y otros deportes. El tenis, el fútbol americano y la natación lo ayudaron a superar algunas secuelas leves de la polio que lo afectó de niño.
La frágil salud de su madre y la pérdida de un tío durante la Segunda Guerra Mundial, marcaron sus primeros años. Pasó por la universidad becado por su talento deportivo y luego decidió probar suerte en Europa, donde vivió varios años.
En París se ganó la vida con el dibujo y la pintura. Luego vivió en Roma y Florencia, y también en Mallorca y en Málaga. Hasta que la vocación de actor ganó la pulseada y volvió a los Estados Unidos para comenzar a construir su leyenda.
Sus comienzos en la actuación
Luego de algunas series y películas para TV, en 1966 el director Arthur Penn lo convocó para protagonizar «La jauría humana» junto a Marlon Brando.
En sus años de mayor fama, vendrían «Descalzos en el parque», junto a su gran amiga Jane Fonda; «Butch Cassidy», junto a otro amigo entrañable, Paul Newman; «El golpe», «Todos los hombres del presidente» (sobre el escándalo Watergate), «El Gran Gatsby», «El jinete eléctrico» y muchas más.
Desde su primera aparición televisiva con 24 años, Redford luchó sin descanso para quitarse la etiqueta de galán a través de un trabajo serio y comprometido como actor y director, pero la adoración por su belleza le acompañó hasta el final.
«Durante la mayor parte de mi vida he intentado no encasillarme. Hubo un tiempo en el que realmente tuve una época dura cuando empecé a actuar en películas y, de repente, todo giraba en torno a mi apariencia. Me convertí en actor porque me sentí atraído por el oficio en el teatro de Nueva York, así que no estaba preparado para entrar en el cine y, de repente, ser juzgado por mi físico», dijo en 2016 en un encuentro con los medios.
El estilo de Redford era comparado siempre con el de Newman, sin embargo para ellos nunca existió esa rivalidad y en cambio los unió un vínculo de amistad que solo terminó con la muerte de Paul, en 2008, quien era diez años mayor.
Esos protagónicos lo ubicaron como uno de los más solicitados de la época y el sex-symbol por excelencia. Más allá de algunos rumores de romance con varias compañeras de elenco, su vida privada siempre la mantuvo en un bajo perfil.
Con la madre de sus cuatro hijos, Lola van Wagenen, estuvo casado durante 30 años. Luego mantuvo una relación de varios años con la brasileña Sonia Braga. Y desde 2009 estuvo con la pintora alemana Sibylle Szaggars.
Su talento artístico estuvo siempre acompañado por su compromiso social, en los últimos años más ligado al medio ambiente. Por su postura, Redford recibió el título de Caballero de las Artes y las Letras del Ministerio de Cultura de Francia y en los ’70 estuvo tentando por la política, algo que finalmente dejó de lado.
Un promotor de la escena independiente
No conforme con su carrera como actor y director, en 1980 creó el Festival de Cine de Sundance, en el estado de Utah. El festival subvenciona a nuevas promesas del cine, y busca asesorar y lanzar a nuevos artistas.
«Nunca estuve en contra de la industria porque fui un producto de ella, me beneficié de ella y me abrí camino a través de ella. Simplemente llegué a un punto donde pensé que podía haber algo más, historias más diversas», afirmó sobre su decisión de promover un cine menos taquillero.
Su presencia constante era un símbolo de la resistencia del cine clásico de Hollywood. Y la fundación del Festival de Sundance en 1978 demostró que su amor y su trabajo por el cine iban más allá de su estatus de estrella.
Precisamente el festival, que se ha celebrado en Utah desde aquel año, cerrará en 2026 su etapa en las montañas de Park City, por otra ciudad también rodeada de montañas, Boulder (Colorado).
Una última edición que iba a honrar a Redford para reconocer «el inmenso impacto» y «su inquebrantable compromiso con el fomento y desarrollo de narradores independientes y sus historias», según la organización.
Pero Redford, poco dado a los homenajes y a los actos multitudinarios, se fue cuatro meses antes de que llegara ese momento, con la misma discreción con la que vivió su leyenda, alejado de toda extravagancia.
La vida de Redford también tuvo un costado trágico, con la pérdida de dos de sus cuatro hijos. En 1959, cinco meses después de nacimiento, su primer hijo, Scott falleció de muerte súbita. Otro de sus hijos, James, quien había recibido dos trasplantes de hígado en su juventud, murió el año pasado. James era documentalista y tenía 58 años. Sus hijas, Shauna y Amy, también se dedican al cine.
Fuente Clarin