El caso continúa siendo una de las investigaciones más complejas y sorprendentes, con vínculos internacionales y una estructura criminal que desafía los límites de la justicia.
A tres semanas del triple crimen que conmocionó a Florencio Varela y al país, la investigación ha dado giros impactantes. Javier Alonso, ministro de Seguridad bonaerense, confirmó que los 12 implicados —incluidos tres prófugos con pedido de captura internacional— fueron identificados mediante cámaras de seguridad, testimonios y registros telefónicos.
En una entrevista con Lorena Maciel en el programa radial Futuro Imperfecto, Alonso detalló que los prófugos —entre ellos “el Loco David”, también conocido como “el Tarta”, Alex, pareja de una de las víctimas, y Manuel Valverde Rodríguez, tío de “Pequeño J”— fueron captados en diversas imágenes en el lugar donde se cometió el asesinato.
El ministro resaltó la importancia de esta evidencia: «Se los ubica en la escena del crimen en Florencio Varela. Este es un dato muy importante porque le da una solvencia de evidencia a la causa, fundamental para avanzar con las condenas».
Gracias a una reconstrucción realizada junto a la Policía de la Ciudad, los investigadores pudieron seguir el recorrido de dos vehículos —una camioneta Ford y una Chevrolet Tracker blanca— antes y después del crimen. Además, el análisis de cámaras de seguridad y las antenas de telefonía celular permitió descubrir que los teléfonos de las víctimas se apagaron en Barracas, al mismo tiempo que los autos implicados ingresaban al barrio 21-24.
La investigación se complica con un componente internacional. Los investigadores creen que los prófugos se encuentran escondidos en Perú, donde Alex y Valverde tienen antecedentes por narcotráfico.
“Alex tiene un pedido de captura internacional desde 2012. Estuvo preso en Argentina y quedó libre durante la pandemia. En Perú tenía cargos importantes y una familia que todavía reside allí”, explicó Alonso, quien destacó la complejidad de la trama que vincula a los implicados con redes internacionales.
Uno de los puntos más escalofriantes de la investigación es la confirmación de una transmisión en vivo del crimen, según el testimonio de Celeste, una de las detenidas. Según su relato, el asesinato de las tres jóvenes habría sido grabado y emitido por streaming para que miembros de la organización, radicados en el exterior, presenciaran el crimen en tiempo real.
Celeste también ofreció detalles sobre el funcionamiento de la banda, como la distribución de cocaína en Florencio Varela y Bajo Flores, el rol de cada miembro y la jerarquía interna de la organización. Según su declaración, “Pequeño J” manejaba unos 10 kilos de droga, mientras que Alex era un operador de mayor rango que controlaba a varios “Pequeños J”.
El móvil del crimen, según las versiones coincidentes de Celeste y Florencia (novia de Alex), habría sido el robo de un cargamento de cocaína. Las víctimas habrían sido castigadas por filtrar información a una banda rival, lo que derivó en la represalia brutal que terminó con el asesinato de las tres jóvenes.
“El crimen muestra hasta dónde puede llegar una estructura criminal cuando el Estado no actúa con firmeza”, advirtió el ministro Alonso, quien describió a la organización como “un grupo con raíces antiguas”, compuesto por exmiembros de Sendero Luminoso que se han convertido en narcotraficantes.
Alonso cerró la entrevista con una advertencia: “Tenemos fronteras que son un colador. Este crimen muestra hasta dónde puede llegar una estructura criminal cuando el Estado no actúa con firmeza”.