Luego de un año con escuelas cerradas y tras un comienzo de clases escalonado, finalmente la semana que viene darán inicio al cursado todos los estudiantes de la provincia. Sin embargo, el sistema de alternancia de la presencialidad preocupa a las familias y a los transportistas escolares, que todavía no tienen en claro cómo organizar el traslado, ya sea en transporte o no.
“Las actividades escolares de este año, si bien fueron pausadas y con distanciamiento, aparentemente se están llevando bien”, informó Daniel Correa, presidente de la Asociación de Transportes Escolares. “Nuestro problema es el comienzo del 15 porque no sabemos cómo vamos a trabajar”.
Los chicos se dividirán en grupos y asistirán a la escuela una semana sí y la otra no, continuando el trabajo de forma virtual en sus casas. “Los padres están preocupados. Hay muchos que están complicados porque no pueden salir continuamente", dijo Correa. "Estaban pidiendo por favor que a los hermanos los ubiquen dentro del mismo día y horario, no salteados”.
El representante de los transportistas aseguró que la demanda del servicio es alta y que están priorizando a quienes ya habían contratado el servicio el año pasado. Sin embargo, el precio es lo que más preocupa a los padres.
Es que el costo del transporte escolar aumentó el doble con respecto al año pasado, llegando a $8.000 mensuales o $6.000 el medio pasaje.
“Entendemos la situación del país y que para los padres es elevado el precio, pero lamentablemente nosotros tenemos elevados los costos nuestros y tenemos que subsistir”, explicó Correa. “Venimos de un año sin actividad. El último aumento que propusimos fue en febrero del 2020 y estaba $4.000 o $4.500”.
“Esa decisión se tomó debido a los aumentos que tenemos en combustible, cubiertas, repuestos. Todo se fue por las nubes y estamos tratando de organizarnos y empezar con nuestra actividad nuevamente”.
Correa informó que presentaron un protocolo para trabajar con todos los asientos ocupados, cabina separada y desinfección constante. Además, ventanas abiertas y uso obligatorio de barbijo. “El transporte escolar es una burbuja segura: los trasladamos de la casa a la escuela y de la escuela a la casa, no es como el colectivo en el que va un montón de gente”.
“Nosotros confiamos en la seguridad de los padres”, dijo el transportista. “Es importante que no manden a los chicos si tienen fiebre o falta de olfato, cualquiera en la familia”.
“El riesgo es que tengamos que echar todo para atrás porque hay contagios. Sería una lástima porque no trabajamos nosotros, no trabajan las escuelas, no trabajan los kioscos. Lo único que queda es cuidarse y no hacer tantas reuniones innecesarias”, reflexionó Correa.
