Unidos, la coalición liderada por Maximiliano Pullaro que gobierna la provincia de Santa Fe, mostró un sólido desempeño y se anotó una gran victoria en todo el territorio provincial.
El propio gobernador, en un búnker exultante, lo resumió con un “Santa Fe se pintó de Unidos”, apoyándose especialmente en los datos que llegaban desde toda la bota, donde el oficialismo se impuso en más del 80% de los distritos.
La elección ratificó además el buen posicionamiento de Monteverde, por segunda vez si contamos las Paso, que le alcanza (sin mayor crecimiento de votos) para ganar la elección en Rosario, pero sobre todo para asomar como un nuevo líder a futuro dentro del justicialismo.
La Libertad Avanza tuvo una elección apenas discreta, ubicándose como segunda fuerza en Rosario y tercera en la capital provincial, incluso pudiendo sumar alrededor de 27.000 votos más que en las Paso en ambas ciudades. Puede decir, si quiere ver el vaso medio lleno, que no existía como fuerza política y ahora “marca”.
Mayoría en territorio
Nuevamente con baja participación (apenas pasado el 50% en toda la provincia), como se esperaba, Unidos tiene sobrados motivos para celebrar. El frente se impuso en 17 de las 19 ciudades que tenían la intendencia en disputa.
Tenía además, de antemano, el dato no menor de gobernar sin oposición en 145 de las 366 localidades de la provincia, es decir: un 40 % de los comicios locales ganados sin contar un solo voto, sencillamente porque nadie salió a confrontar contra esos candidatos de Unidos, única fuerza que se presentó en absolutamente todo el territorio.
Sumados luego del comicio (cuyo escrutinio fue realmente veloz) los nuevos datos, Unidos controlará la friolera de ¡266 localidades!
Ganó por paliza esperable en municipios y comunas donde ya era gobierno, perdió en las que debía perder (como Rafaela, Reconquista o Rosario), pero mejorando respecto de las Paso y sacando concejales. Y en el caso de Rosario, donde se trabajó con una candidata “desconocida”, si bien quedó en tercer lugar, se festeja también la remontada hasta poner un expectante escenario de tres tercios.
Plebiscito de medio tiempo
No se puede minimizar ni la felicidad en el Frente (empezando por un exultante Pullaro) ni la transversalidad de la victoria: en todas partes, Unidos sumó.
Todo ello no deja de funcionar como una suerte de plebiscito de medio tiempo, con notas sobresalientes, incluso habiendo jugado fuerte en varios temas importantes (justicia, reforma previsional y la histórica reforma constitucional en ciernes), muchos de los cuales eran potencialmente “antipáticos” electoralmente hablando. Unidos, los atravesó y sale claramente fortalecido con la elección.
