El dólar mayorista subió 4,7 por ciento en octubre, hasta los 1445 pesos, y cerró la última semana con un retroceso acumulado de 47 pesos. La bolsa ganó 70% en el mes.
Octubre fue de frenesí para el mercado financiero argentino. Mientras el dólar exhibió una suba más suave de lo esperado, las acciones y los bonos protagonizaron un rally histórico que redujo fuertemente el riesgo país. Sin embargo, la pregunta del millón para los inversores es cuánto puede durar el efecto euforia de las elecciones y si en el corto plazo empezará la toma de ganancias. En detalle, en el frente cambiario, el dólar mayorista subió 4,7 por ciento en el mes, hasta los 1445 pesos, y cerró la última semana con un retroceso acumulado de 47 pesos. En cuanto a la bolsa porteña, se acumuló una ganancia en dólares de casi 70 por ciento en el mes.
La moderación de las presiones con el tipo de cambio coincidió con el alivio pos electoral y la inédita intervención del Tesoro de Estados Unidos, que en octubre ayudó a contener la tensión cambiaria. Aun así, el tipo de cambio se mantuvo 3,5 por ciento por debajo del techo de la banda de flotación, ubicado en 1496.
En el mercado minorista, el dólar oficial promedió 1475 para la venta, un avance mensual del 4,9 por ciento, mientras que el blue cerró en 1445, cayendo 5,3 por ciento en la semana. Los financieros acompañaron la tendencia: el MEP subió 0,5 por ciento en la jornada pero acumuló una baja de 4,7 por ciento semanal, y el contado con liquidación descendió 3,9. En los futuros, los contratos anticipan un dólar mayorista de 1477 pesos a fin de noviembre y de 1517 en diciembre, en un contexto de relativa calma tras los comicios.
Economistas de la city indicaron que “la reacción del mercado fue dual. Hubo euforia en acciones y bonos, pero prudencia cambiaria, con operadores atentos a eventuales modificaciones en las bandas”. Según los especialistas, el mercado “especula con que el Banco Central aproveche este clima para recomponer reservas”, variable clave para reducir el riesgo país y recuperar acceso al financiamiento internacional.
El Banco Central, por su parte, dio una señal de alivio monetario, al avanzar en la flexibilización del cómputo de encajes bancarios, que volverán a medirse de forma mensual en lugar de diaria, aunque manteniendo el 95 por ciento del requisito promedio. Se trata de un cambio técnico, pero interpretado como el inicio de una etapa menos restrictiva tras el “torniquete” previo a las elecciones.
Mientras el dólar se mantuvo controlado, el éxtasis ocurrió en las acciones y los bonos soberanos al final del mes. El S&P Merval tuvo su mejor desempeño en tres décadas, al subir 70 por ciento en dólares. En octubre, las acciones de Grupo Supervielle se dispararon 148 por ciento, seguidas por Banco Macro (+110 por ciento) y Edenor (+106 por ciento). En Wall Street, los ADRs argentinos volaron hasta 150 por ciento.
Los bonos soberanos también acompañaron y subieron hasta 35 por ciento en el mes y 23 por ciento en la última semana, impulsados por la victoria que consolidó al oficialismo. Con esas alzas, el riesgo país perforó los 700 puntos y cerró cerca de los 659, su nivel más bajo desde 2021.
“Octubre fue el mejor mes para la renta variable argentina en más de 30 años”, resumieron en la city porteña, al advertir que “la sostenibilidad del rally dependerá del anclaje macro y la agenda de reformas”.
Entre los inversores proyectaron que “el riesgo país podría seguir bajando ante la expectativa de un programa de recompra de deuda y mayor interés extranjero”. En paralelo, las tasas en pesos se comprimieron con fuerza tras la liberación de 5 billones de pesos por parte del Tesoro, lo que alivió la liquidez y anticipa una recuperación más fluida de la actividad.
Consultoras del mercado evaluaron que la victoria legislativa del oficialismo “disipó el riesgo político y consolidó el rumbo económico”. Según se explicó, el Gobierno “logró poder de veto y un mandato social que ahora exige crecimiento tras la estabilización inflacionaria”, escenario que “abre margen para reformas laborales y tributarias” que podrían reforzar la confianza inversora.
Al mismo tiempo, se apuntó que “el riesgo país se comprimió abruptamente hasta 650 puntos y el Merval marcó récord histórico al subir 31 por ciento en dólares en una sola rueda”. De cara a los próximos meses, prevé que “el mercado podría testear nuevos máximos, con potencial de suba adicional de entre 30 y 40 por ciento en dólares”.
Con los bonos acercándose a tasas de retorno de un dígito y las acciones con precios que se disiparon, octubre fue un frenesí para los inversores. Sin embargo, la pregunta sigue latente sobre cuánto puede durar el efecto euforia de las elecciones y qué pasará una vez que vuelvan los cuestionamientos estructurales.
