Ya se sabía que el kirchnerismo votaría abroquelado por el rechazo de una norma a la que atribuían tener nombre y apellido, y ningún otro motivo que la proscripción. De Cristina Fernández y, de paso, del peronismo como tal.
Esa fue la línea argumentativa que atravesó las siete horas de debate del proyecto de Ficha Limpia, cuyo texto impide la candidatura a cargos nacionales de quienes tengan condena por corrupción dictada en dos instancias.
En la trinchera opuesta, de mejor o peor gana, confluyeron el oficialismo y la oposición no kirchnerista, hasta alcanzar un número suficiente para superar el monolítico stock de 34 votos de las bancas correspondientes al arco político más numeroso.
Y también, se pensaba, para llegar a la mágica cifra de 37, necesaria para establecer la mayoría absoluta sobre la totalidad de los 72 integrantes del cuerpo (presentes o ausentes). O al menos, eso es lo que pensaban los más entusiastas defensores de la iniciativa.
Sobre otros hubo dudas antes, durante y después de la votación; independientemente de las expresiones en el recinto y desde afuera de él.
Pasando en limpio, la votación quedó con 36 votos afirmativos contra 35 negativos, tras un extenso debate en el que se escucharon 36 discursos de los representantes provinciales en favor y en contra, igualmente enfáticos y virulentos.
Por un voto, no alcanzó para convertir en ley el texto que ya venía con media sanción de Diputados, y al que se decidió no introducir modificaciones para que no tuviese que rehacer ese camino.

Por sus frutos
El resultado y la sorpresa provinieron de dos senadores de Misiones, que se plegaron al interbloque kirchnerista: Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, ambos del Frente de la Concordia, del ex gobernador Carlos Rovira.
Según los cronistas parlamentarios, ambos senadores evitan a la prensa acreditada y, como si de jueces se tratase, solo se expresan a través de sus pronunciamientos. Al parecer, tampoco anticipan intenciones a sus pares, o alguien no sabe contar.
Ahora, habrá que esperar hasta 2026 para que el proyecto pueda volver a tener estado parlamentario, volviendo a foja cero. Ese es uno de los efectos. El otro, para quienes basaron toda su motivación o su línea argumental en que ésto se trataba de permitir o impedir a Cristina Kirchner ser candidata a nivel nacional, que esa vía queda expedita.
El tal sentido, lo único que podría impedirlo sería un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el caso de que deje firme la condena contra la ex presidenta; y no ya como una restricción electoral, sino como pena accesoria de esa determinación, extendida a cualquier posibilidad de ocupar un cargo público.
La cuestión está a dictamen del Procurador General y el Tribunal no tiene plazos para expedirse, aunque las afirmaciones periodísticas de Ricardo Lorenzetti en el sentido de que debería resolverse antes de las elecciones, disparó toda una serie de otras consideraciones y asociaciones, y un planteo de recusación de la defensa de Cristina.
Un camino sinuoso
Mientras tanto, el proyecto Ficha Limpia aterrizó en el recinto de la Cámara alta tras casi tres meses en que los tiempos parlamentarios se vieron sometidos a negociaciones y especulaciones estrictamente político-partidarias, por un andarivel distinto al de los altos propósitos invocados por la iniciativa ciudadana que le dio origen, varios años atrás.
Y fue una pieza fundamental en la dinámica negociación-amenazas-intercambios que atravesó otros debates, como el futuro de la investigación de las denuncias por el caso de las criptomonedas en Diputados, y la debacle de los pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo como candidatos a integrar la Corte Suprema.
Este mismo miércoles, ya con Ficha Limpia en el recinto y a minutos de su discusión, la bancada K intentó meter en el temario un pedido de interpelación para Karina Milei, mientras vociferaba contra el proyecto de reforma electoral.
Pocos minutos después del fracaso de la votación, la Oficina del Presidente emitió un comunicado en el que no ahorró críticas a los senadores que se pronunciaron en contra, para "permitir que los afiliados al Partido del Estado continúen impunes presentándose a cargos electivos a pesar de haber defraudado a la administración pública".
En el mensaje, el presidente Javier Milei dijo que "aborrece la actitud de los senadores nacionales que han optado por priorizar la defensa de sus intereses personales y partidarios por encima de las demandas del pueblo al que dicen representar".
Según la nota conocida este miércoles por la noche, "ha quedado demostrado que el kirchnerismo hará cuanto sea necesario para defender la impunidad de sus jefes".
"El Senado de la Nación se consolida una vez más como el refugio de la casta política argentina", estableció el mandatario, que prometió no descansar "hasta que ‘Ficha Limpia’ se convierta en ley, garantizando que la integridad y la justicia prevalezcan en la política argentina".

Escenario electoral
Ello no evitó que la diputada Silvia Lospennato, autora del proyecto original (que luego modificó el propio Milei), y sorprendida en vivo por el resultado de la sesión en un canal de televisión, se preguntara "quién se beneficia con que Cristina Kirchner esté en la cancha".
Le preguntaron si se refería al peronismo, y ella aclaró que no. "Todos los que sienten que es más fácil competir contra Cristina que competir en serio, la quieren a Cristina jugando en la cancha", planteó.
Ejemplificó con los dos misioneros, que por lo pronto eran quienes habían provocado la derrota. "Y después veremos a quiénes respondieron estos dos misioneros que vinieron diciendo que votaban a favor y hoy traicionaron a todo el pueblo argentino", detalló la legisladora, que en las elecciones de legisladores porteños del próximo 18 de mayo confrontará no sólo con el kirchnerismo, sino con el candidato libertario Manuel Adorni.
Más categórica, la senadora Alejandra Vigo (del peronismo cordobés), desiparó en su cuenta de X: "Dio frutos el acuerdo entre el gobierno de Misiones y el Ejecutivo nacional que conformaron una sociedad política para las próximas elecciones provinciales que lleva una candidata libertaria en la lista. Como lo advertimos, el gobierno de Milei terminó siendo funcional al kirchnerismo", remató la cordobesa Vigo.
Como se ve, las lecturas e impactos electorales del resultado de la sesión del Senado no se agotan en dejar vía libre a una eventual candidatura de Cristina Fernández de Kirchner (como reflejó el fervoroso festejo del kirchnerismo, tan intenso como la indignación que atravesó todos los discursos previos en el debate), sino que se proyectan en los próximos tramos de campaña, y también en la configuración de los espacios políticos en el futuro inmediato.
La discusión de Ficha Limpia, en cambio y a diferencia de las garzas con las que tan pintorescamente ilustró su postura Alfredo de Ángeli, quedó salpicada por el barro de la política en que se encuentra posada. Y tendrá que esperar turno, cuanto menos, hasta el año que viene.