A la Casa Rosada siguen llegando gobernadores para hablar sobre el Presupuesto 2026 y a las reformas laboral, tributaria y penal que el Gobierno buscará aprobar durante las sesiones extraordinarias de diciembre.
Son convocados por el futuro ministro del Interior, Diego Santilli, que ya se mueve con agenda propia. Este lunes retomó la agenda de reuniones con Marcelo Orrego de San Juan y Martín Llaryora de Córdoba. A su lado, el nuevo jefe de Gabinete Manuel Adorni oficia de articulador.
La meta es recomponer el vínculo con las provincias y asegurar los votos para la agenda de reformas de “segunda generación”, tras el resultado de las elecciones de medio término que fortaleció a la administración libertaria en el Congreso.
El último viernes, Santilli confirmó la renuncia a su banca de diputado que logró renovar en los comicios, para dedicarse a su nueva función de ministro del Interior de Javier Milei. El acto de jura fue informada para este martes a las 15, en el Salón Blanco.

En los días sucesivos viajará a Mendoza (Alfredo Cornejo), Chaco (Leandro Zdero) y San Luis (Claudio Poggi). También está previsto un encuentro con Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño y antiguo compañero de ruta en el PRO.
La agenda comenzó el viernes con un primer bloque de reuniones con Ignacio Torres (Chubut) y Raúl Jalil (Catamarca). Según se indicó, el cronograma continuará durante las próximas semanas con aquellos gobernadores que integran el grupo firmante del Pacto de Mayo.
Orrego: “Hay que dar vuelta la página”
Este lunes, Santilli encabezó una nueva serie de encuentros bilaterales con mandatarios provinciales. Acompañado siempre por Manuel Adorni, recibió a las 15 al gobernador de San Juan, Marcelo Orrego. Una hora y media más tarde hizo lo propio con el cordobés Martín Llaryora, en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada.
El sanjuanino Marcelo Orrego fue el primero en pasar por la Casa Rosada. A la salida, ratificó su apoyo institucional al Gobierno y adelantó su acompañamiento a los proyectos. “Tocamos temas generales con las reformas que quiere llevar a cabo el Estado Nacional: la laboral, la fiscal, la impositiva e incluso la integral del Código Penal”, resumió Orrego ante los medios.
El mandatario sanjuanino insistió en que “hay que dar vuelta la página y dejar de mirar por el espejo retrovisor”. Consideró “fundamental” dotar al Ejecutivo de las herramientas necesarias y defendió la idea de “trabajar en conjunto, con una mirada federal, donde quien conduce el avión es el Presidente”.
Según mencionó, durante el encuentro, se habló de la obra pública como política transversal y de la necesidad de un “convenio de compensación entre Nación y provincias” que contemple infraestructura, rutas y escuelas. Orrego también puso sobre la mesa el avance de los proyectos de cobre en su provincia, que considera “clave para el desarrollo minero del país”.
“De los diez proyectos de cobre en Argentina, seis están en San Juan. Muchos de ellos están en proceso de gestación avanzada. Estoy convencido de que se van a concretar porque hoy hay seguridad fiscal y jurídica, se levantó el cepo y se implementó el RIGI”, afirmó.
Respecto a la reforma laboral, fue enfático: “Es fundamental para la modernización de la Argentina. Hay leyes arcaicas que debemos actualizar”.
Llaryora expresó reparos
Unas horas después, fue el turno del cordobés Martín Llaryora, quien llegó a Balcarce 50 con apoyo condicionado a una agenda de reclamos: fondos para obras públicas, financiamiento educativo y deuda por la Caja de Jubilaciones provincial, entre otros ejes de acuerdo a lo que informaron medios cordobeces.
El encuentro duró cerca de una hora. Llaryora en los últimos meses había mantenido un vínculo frío con la gestión nacional, intentando generar una vía alternativa en la alianza Provincias Unidas, por eso destacó la reapertura del diálogo con la Nación” y se mostró dispuesto a “trabajar en una agenda de cooperación”.
Tras salir de la Casa Rosada, Llaryora ponderó “pasar de la etapa de agravios e insultos” a una etapa de búsqueda de acuerdos. Dijo que la reunión fue “positiva, cordial y productiva”.
Consultado por las reformas, se refirió específicamente a la laboral. «Sabemos que en Argentina podemos sacar una modernización del trabajo y la podemos hacer sentando inclusive a los sectores pymes más chicos y a los sectores de sindicalismo también. Creo que se puede sentar esos sectores para trabajar puntualmente en el tema que más nos interesa a todos», sostuvo.
«Hay millones de argentinos trabajando en comercios este chiquitos, que están trabajando en la informalidad. Esos empresarios no son malos, sino que quieren formalizarlos pero no tienen las condiciones para hacerlo. Hay que generar las condiciones para formalizar la cantidad de empleados que hoy están en negro y poderlos pasar a tener aporte jubilatorio, a poder tener cobertura de salud», amplió.
Sin embargo, puso reparos sobre el alcance de la reforma: «no van a contar con nuestro apoyo si quieren meter todos los temas o ir en contra de los derechos laborales adquiridos».