
En su conferencia de prensa habitual, Julie Kozack, vocera del Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó que las negociaciones con la Argentina por la primera revisión del nuevo programa se encontraban “muy avanzadas” y que el próximo paso sería alcanzar un Staff Level Agreement con las autoridades.
“Primero quiero mencionar que las conversaciones por la primera revisión están muy avanzadas y el próximo paso va a ser llegar a un Staff Level Agreement entre las autoridades y el staff, algo que puede pasar en breve. Eso se va a presentar al directorio para su aprobación y consideración”, expresó Kozack.
Consultada por la suba de tasas y el impacto en los precios, Kozack dijo que el programa se sustentó “en la continua implementación de políticas macroeconómicas restrictivas, que incluyen un sólido ancla fiscal y una política monetaria restrictiva”. Además, sostuvo que “la transición a un régimen cambiario más flexible ha sido fluida. La desinflación se ha reanudado y Argentina accedió nuevamente a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto inicialmente”.
Sin precisar si el directorio del FMI trataría el caso argentino antes del receso previsto desde el 4 de agosto, Kozack declaró: “Dado que las negociaciones entre nuestro staff y las autoridades están avanzadas, no vamos a dar más detalles. Vamos a esperar a que terminen y luego comunicaremos. El Staff Level Agreement puede pasar prontamente”.
Tampoco confirmó si hubo una reunión informal por el caso argentino. Ante la consulta sobre el desembolso de USD 2.000 millones, explicó que una vez alcanzado el acuerdo a nivel de staff, el organismo informará la fecha en que el directorio discutirá el tema.
Un informe global del FMI difundido esta semana incluyó una evaluación sobre la economía local. Allí, el organismo sostuvo que “los fundamentos económicos mejoraron sustancialmente desde finales de 2023”, aunque advirtió que las reservas netas internacionales se mantienen críticamente bajas.
“El riesgo país disminuyó drásticamente, pero se mantiene elevado”, señaló el documento. Además, mencionó que “la evaluación externa está sujeta a una incertidumbre excepcionalmente alta y depende de la implementación de reformas estructurales que impulsen la competitividad y la productividad”.
Según analistas, la Argentina cumplió con las metas fiscales y monetarias del trimestre, pero no logró alcanzar el objetivo de acumulación de reservas pactado en el acuerdo. Para evitar un incumplimiento, el organismo debería otorgar un waiver.
A pesar de ese desvío, en el equipo económico que encabeza Luis Caputo confiaron en que ese punto no impediría la aprobación del desembolso pendiente. En la primera etapa del programa, el país ya recibió USD 12.000 millones.
Qué significa la revisión para la Argentina y cuál es el estado de situación
La primera revisión del programa acordado en abril es clave para determinar si el FMI aprueba el siguiente giro de fondos. Ese examen incluye el cumplimiento de metas cuantitativas vinculadas al déficit primario, la emisión monetaria y la variación de reservas internacionales netas. La evaluación también considera si el país respetó los compromisos estructurales asumidos con el organismo.
El monto en juego asciende a USD 2.000 millones, de los cuales una parte se destinaría a reforzar las reservas del Banco Central y otra a cancelar vencimientos con el propio FMI, por unos u$s 650 millones el 1° de agosto. Ese giro sólo será posible si el directorio aprueba el resultado de la revisión técnica que el staff todavía no concluyó.
El Board del organismo mantuvo una reunión informal para interiorizarse sobre los avances en la negociación. No se trató de una instancia decisoria, pero sí permitió que los directores conocieran la posición preliminar del equipo técnico sobre el cumplimiento de las metas. Esta práctica suele aplicarse cuando los plazos son ajustados y se requiere anticipar definiciones.
Durante el encuentro, el staff presentó un informe de situación y respondió consultas de los miembros del directorio. Entre los temas analizados figuraron el proceso de desinflación, el ajuste del tipo de cambio oficial, el nivel de reservas netas y la sostenibilidad del ancla fiscal adoptada por el Gobierno. Los directores no votaron ni emitieron opinión formal.
En el Ministerio de Economía destacaron que el diálogo seguía abierto y que esperaban resolver los aspectos pendientes en los próximos días. Reconocieron que las metas de reservas eran el punto más crítico, pero señalaron que el FMI ya concedió waivers en otras oportunidades por desvíos similares. La expectativa oficial apuntó a que el acuerdo se cierre antes del receso del organismo, que comienza el 4 de agosto.