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Focalizado en acumular reservas y preocupado por la deuda, Sergio Massa afronta la próxima etapa de su gestión

El titular de la cartera económica aseguró que mostraría los primeros resultados luego de cumplir tres meses al mando del Ministerio. Analistas enumeraron sus próximos desafíos.

Orden fiscal, superávit comercial, fortalecimiento de reservas y desarrollo con inclusión. Bajo esas cuatro premisas, Sergio Massa se sentó por primera vez en el Palacio de Hacienda y dio inicio a su gestión como ministro de Economía.

En ese momento, el ministro llamó a “resolver la doble cara de la Argentina, que crece al 6% anual y genera empleo, pero que tiene una enorme falta de confianza en su moneda, desorden del gasto, brecha de inversión pública y una enorme injusticia en la distribución del ingreso”.

Desde ese momento pasaron más de 100 días y el plazo no es azaroso. Es el período de tiempo que pidió Massa para mostrar los primeros resultados y luego avanzar en la siguiente instancia de su gestión. En este contexto, distintos analistas consultados por TN enumeraron los próximos desafíos que afrontará el ministro de Economía.

Deuda en pesos y acumulación de reservas, la preocupación de Sergio Massa
Cuando Massa asumió, dejó en claro que la acumulación de reservas sería un eje fundamental dentro de los objetivos de su gestión, algo que está en línea con el cumplimiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En agosto, según especialistas, las reservas netas se ubicaban en torno a los US$1200 millones y actualmente, ascienden a US$4000 millones, principalmente gracias al llamado “dólar soja” y los desembolsos de organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Sin embargo, los expertos advirtieron que los niveles de reservas son aún muy bajos. “Son ínfimos, considerando que la Argentina importa en torno a US$7000 millones por mes. El promedio de la región de reservas netas está alrededor de 20% del PBI. Además, de cara a fin de año restan desembolsos netos por US$3000 millones por parte del FMI. Aunque ese dinero llegaría en diciembre, el desafío es cómo llegar hasta entonces, en el actual contexto en el que el BCRA vende dólares todos los días”, reflexionó Matías De Luca, economista de LCG.

“Cumplir con el objetivo de reservas es lo más comprometido. Si bien se bajó de US$5800 millones a US$5000 millones la meta del FMI, es una meta de acumulación. Esto significa que el país debería contar con un total de reservas netas por US$7325 millones, mientras esperamos que culmine en torno a los US$5000 millones”, agregó.

Para Ricardo Delgado, presidente de Analytica, al inicio de su gesión, “Massa ordenó el mundo de los pesos a través de un gran canje que quitó presión sobre los vencimientos de octubre, noviembre y diciembre, y luego empezó a trabajar con el dólar soja, que le dio al BCRA US$5100 millones de reservas netas cuando apenas alcanzaban para una semana de pago de importaciones. Esto derivó en una situación de máxima desconfianza”.

“Ahora estamos en la peor época del año para generar flujo de dólares netos. Lo que estamos viendo desde hace varios días es una salida neta que era esperable. El último trimestre es muy seco en materia de dólares. No hay liquidación del sector agroexportador y se está esperando esta compleja cosecha de trigo”, sentenció Delgado.

Ante este panorama, la sequía constituye una cuestión central para el futuro ingreso de divisas. “En materia cambiaria este contexto genera un problema grave. Hay que pasar el verano porque la cosecha fina viene muy mal, especialmente en el trigo. La producción se va a reducir a la mitad respecto del año pasado y eso provocará una pérdida de alrededor de US$2500 millones”, acentuó Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Equilibra.

En este sentido, otra de las principales cuestiones que deberá enfrentar el titular del Palacio de Hacienda son los próximos vencimientos de la deuda en pesos. “Preocupa incluso más que la situación de las reservas porque está vinculada al déficit y no sabemos si el Gobierno va a tener la capacidad de rollear la deuda el año que viene. La liquidez es un problema, hay muchos vencimientos juntos e incertidumbre política”, reflexionó Martín Rapetti, economista de Equilibra, en diálogo con TN.

Cumplir la meta de reducción del gasto

Sumado a esto, los analistas analizaron la posibilidad de alcanzar los objetivos fiscales previstos en el acuerdo con el Fondo, De Luca apuntó: “Hasta septiembre, el Gobierno acumuló un déficit primario del 1,3% del PBI, por lo que tiene margen para incurrir en déficit en 1,2% del PBI en los últimos tres meses del año, sin incumplir la meta”.

“En lo que refiere al gasto, cabe destacar que la deuda flotante del Gobierno alcanza el 0,8% del PBI. Es decir, la diferencia entre lo que se gastó y lo que efectivamente pagó es casi un punto de la economía. Eso ayuda al cómputo del déficit, pero deberá solventarse en algún momento”, completó.

“El dólar soja trajo ingresos excepcionales y eso ayudó a cumplir la meta trimestral, pero el cuarto trimestre va a ser difícil porque la inflación es muy dura y el Gobierno tuvo que dar bonos a sectores de bajo poder adquisitivo”, enfatizó Sigaut Gravina.

“Massa es claramente un ajustador en materia de gasto. En octubre el gasto real cayó 20 puntos de forma interanual. En lo que va de su gestión, el titular del Palacio de Hacienda ajustó 1 billón de pesos en términos reales en relación al período agosto-octubre”, dijo Delgado. Y concluyó: “En la emergencia era lo que había que hacer. El Gobierno está en un proceso de ajuste claro, pero ahora viene la parte más difícil porque los sectores van a reclamar y falta un programa consistente y certeza hacia adelante”.

Fuente: TN

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