Según los números estimados por la Bolsa de Comercio de Rosario, las declaraciones juradas de exportaciones de granos y derivados ya equivalen al 59,7% del tope de 7.000 t sin retenciones establecido por el Decreto 682/2025. El valor equivalente a unos US$4.181 millones no tardará en engrosar las reservas del BCRA.
¿Hay plata para bajar retenciones pero no para financiar el costo de las leyes que aprueba el Congreso? Mientras la oposición reclama una moción de censura para el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por incumplimiento en la ley de Emergencia en Discapacidad, la Casa Rosada apura la acumulación de reservas.
Según el Ieral de la Fundación Mediterránea, el costo fiscal de las retenciones “cero” para granos más derivados y productos cárnicos, puede rondar entre 0,10% y 0,25% del PIB, según mix de productos que alcancen el cupo, lo que sucedería mucho antes del 31 de octubre.
La liquidación de exportaciones ofrecería calma financiera adicional a un gobierno que, con la sola “amenaza” de respaldo desde Estados Unidos, hizo retroceder al dólar, las tasas y el Riesgo País, al tiempo que incrementó el valor de los bonos soberanos.
Y si bien habrá un impacto en el margen sobre los precios internos, será la primera vez -en los últimos 40 años- que los precios internos convergerán con los precios internacionales, “al no haber restricciones cuantitativas sobre volúmenes ni impuestos específicos en el mercado de exportación”, según destaca un informe del Ieral/Fundación Mediterránea.

¿Cuánto puede entrar?
Es muy posible que el gobierno logre hacer ingresar el total del cupo previsto en el decreto. La Bolsa rosarina tomó como referencia la campaña 2024/25 de trigo, maíz, soja y sus derivados, para estimar un volumen de despachos al exterior por 91,6 Mt. “De éstas, 63 Mt ya se han vendido, y registrado su respectiva Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE) antes del 22 de septiembre.
“Si se valúa la mercadería que resta vender al exterior de la campaña 2024/25 al precio FOB de exportación vigente el día viernes, se estima que el valor total del trigo, el maíz, y el poroto, la harina y el aceite de soja que resta vender al exterior para cumplir con el programa exportador estimado para la campaña alcanza US$ 9.770 millones”.
Cabe recordar que el Decreto publicado en el Boletín Oficial pone un límite a las operaciones beneficiadas con la eliminación temporal de retenciones, de 7.000 millones de dólares en ventas al exterior o hasta el 31 de octubre, lo que suceda primero.
Según las cuentas anteriores al decreto, sólo los productos del complejo soja contribuirían con US$ 7.460 millones, o un 75% del total del cupo, seguido por el maíz que resta anotar ventas al exterior por 2.196 millones, un 24% del total.
En trigo el remanente es más acotado, considerando que la campaña en curso finaliza el próximo noviembre, quedando pendiente la registración de ventas al exterior por US$ 114 millones o un 1% del total estimado.

¿Dónde irán los pesos?
Franco Artusso y Tobías Lucero, responsables de la sección Agroindustrial del Ieral/Fundación Mediterránea, señalaron que el efecto neto de la eliminación de exportaciones “dependerá del destino que los productores y exportadores asignen a los pesos obtenidos por la comercialización de granos.
“En la medida en que dichos fondos se orienten a la dolarización inmediata -posibilidad vigente para personas físicas-, la mayor oferta de divisas podría verse parcialmente compensada por un incremento de la demanda en el MULC. También podría suceder que la dolarización se realice vía los mercados financieros, observándose entonces una posible ampliación de la brecha cambiaria hasta tanto dure el programa”.
Advierten que “alternativamente, si los recursos se destinasen a activos financieros en pesos, la adquisición de insumos o bienes de capital, la realización de inversiones productivas o consumo en el mercado interno, el impacto será diferente y la medida tendrá resultados más acordes a los deseados, contribuyendo a incrementar la oferta neta de dólares”.
Impacto en precios internos
“El aumento en la cotización interna de los granos eleva los costos de producción en actividades que dependen de ellos como insumo principal -entre ellas, la producción animal en sistemas intensivos, los tambos, la molienda y la elaboración de biocombustibles-, generando presiones adicionales sobre los precios de dichos bienes, varios de los cuales tienen un peso significativo en la canasta del consumidor”.
Los especialistas del Ieral aclaran que “no obstante, el impacto final sobre los precios internos dependerá de la magnitud efectiva del traslado, condicionado por la reciente baja del tipo de cambio oficial y por otros factores que inciden en la formación de precios en el mercado”.