En un episodio que volvió a encender las alarmas de seguridad en la capital de Estados Unidos, dos soldados de la Guardia Nacional de EE.UU. resultaron heridos por disparos en las inmediaciones de la Casa Blanca. El ataque ocurrió en horas de la tarde y obligó a un inmediato refuerzo de los controles.
El hecho se produjo en la intersección de las calles 17 e I, en pleno centro de Washington. Según confirmaron las autoridades, al menos tres personas fueron trasladadas a distintos hospitales con heridas de bala. Entre ellas se encontrarían los dos efectivos de la Guardia Nacional.
Voceros del Departamento de Seguridad Nacional confirmaron que un sospechoso fue detenido pocos minutos después del ataque. Por el momento, no se difundieron detalles sobre su identidad ni sobre los motivos del violento accionar que generó pánico entre peatones y trabajadores de la zona.
Las fuerzas de seguridad acordonaron rápidamente varias manzanas a la redonda. Patrulleros, ambulancias y efectivos federales ocuparon las calles aledañas mientras se realizaban los primeros peritajes. La circulación fue interrumpida por varias horas en uno de los sectores más transitados de la capital.

Un ataque en una zona altamente vigilada
El lugar del tiroteo se encuentra a escasos metros de la simbólica Plaza Lafayette, ubicada frente a la residencia presidencial. Allí suelen concentrarse manifestaciones, turistas y actividades oficiales, por lo que el nivel de vigilancia es permanentemente elevado.
Testigos relataron que los disparos se escucharon de manera repentina y generaron escenas de pánico. Comerciantes bajaron sus persianas, transeúntes buscaron refugio en edificios cercanos y el tránsito quedó completamente detenido durante varios minutos.
Desde el Departamento de Policía Metropolitana indicaron que los agentes de la Guardia Nacional estaban respondiendo a un “incidente crítico” cuando se produjo el ataque. La hipótesis principal es que fueron sorprendidos por el agresor mientras cumplían tareas de patrullaje preventivo.
El vocero de los servicios médicos de emergencia, Vito Maggiolo, confirmó que tres personas ingresaron a los hospitales con heridas de arma de fuego. Sin embargo, no precisó el estado de salud de los soldados heridos ni si las lesiones ponen en riesgo sus vidas.
Reacciones oficiales y despliegue de seguridad
“La Casa Blanca está al tanto y monitorea activamente esta trágica situación. El presidente ha sido informado”, aseguró la portavoz presidencial Karoline Leavitt, en referencia a Donald Trump. La comunicación oficial se realizó pocos minutos después del tiroteo.
El Servicio Secreto, junto con fuerzas federales y locales, amplió de inmediato el perímetro de seguridad alrededor del área. Se bloquearon calles, se desviaron líneas de transporte público y se reforzaron los controles de acceso en edificios gubernamentales cercanos.
La rapidez del operativo evitó que el agresor lograra huir del lugar. El detenido quedó a disposición de la Justicia federal, mientras avanza la investigación para determinar si actuó solo o si hubo algún tipo de planificación detrás del ataque.
Las autoridades trabajan ahora con las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona, que es una de las más monitoreadas de la ciudad. También se toman declaraciones a testigos que presenciaron el momento del tiroteo.
El ataque generó una fuerte repercusión política y mediática. Legisladores de ambos partidos expresaron su preocupación por la seguridad en áreas cercanas a edificios clave del gobierno nacional y reclamaron un informe detallado de lo sucedido.