El viernes la ciudad de Santa Fe, se vio sacudida por una denuncia de secuestro de un bebé, la que resultó ser completamente falsa. La protagonista de esta historia es una mujer, de 34 años, empleada doméstica, la que afirmó haber sido víctima de un intento de secuestro de su hijo en plena calle de barrio Los Hornos.
Por cuestiones de jurisdicción la denuncia llegó a la comisaría 9na. Allí la supuesta víctima aseguró que un hombre y una mujer habían intentado arrebatarle a su bebé de los brazos, pero ella había logrado resistir y huir.
Una cámara fue la clave
De inmediato la policía comenzó una investigación exhaustiva, con el objetivo de encontrar a los presuntos secuestradores y ponerlos tras las rejas. En dicha tarea el jefe de la comisaría, Martín Leiva, ordenó a sus dependientes que revisaran las cámaras de seguridad en la zona, para obtener pistas sobre los delincuentes y el vehículo que habían utilizado para escapar.
Después de realizar varias averiguaciones en la zona, el equipo policial logró dar con el propietario de un local comercial, ubicado en la Av. Fdo Zuviria 6300. Si bien el local se encontraba cerrado desde el día anterior, su dueño permitió a los pesquisas revisar las cámaras de seguridad.
Nadie interceptó a la mujer
Fue entonces cuando descubrieron algo sorprendente: las imágenes no mostraban ningún intento de secuestro. En lugar de eso, se veía a la denunciante caminando por la calle con un cochecito y un bebé en brazos. De repente, se detenía, dejaba el cochecito en la vereda y, tras unos instantes, lo abandonaba cerca de unos árboles. Luego, se alejaba rápidamente.
El equipo policial se quedó estupefacto ante lo que veían. La denuncia de la mujer había sido completamente falsa. Sin embargo, lo más sorprendente fue que nadie la había interceptado en ningún momento, a pesar de que ella había afirmado lo contrario en sede policial.
El caso fue reportado al fiscal en turno, Dr. Filippi, quien ordenó la redacción de un acta y solicitó la intervención de un técnico especializado para la extracción y resguardo de los registros. Además, se dio aviso al Servicio Local de la Niñez de la Municipalidad.
El “cuento” del secuestro fue eso: un cuento. Sin embargo, lo sucedido dejó a muchos preguntándose por qué esta mujer inventó una denuncia tan grave y qué motivos tuvo para hacerlo.
Con información de El Litoral
