Este lunes se cumplen 14 años de la desaparición Natalia Acosta, la joven santafesina que fue vista por última vez en la esquina de 25 de Mayo y Suipacha en mayo del 2009. Su familia volverá a manifestarse frente a Tribunales (San Jerónimo 1551) para pedir su aparición con vida. Los allegados a Acosta estarán junto al Comité Ejecutivo de Lucha Contra la Trata, y la secretaría de Derechos Humanos de la provincia, Lucila Puyol, para brindar una conferencia de prensa en conjunto.
Si bien la familia de Natalia Acosta vive actualmente en Córdoba, vinieron a la ciudad hace pocos días para acompañar el reclamo por la aparición de Mónica Aquino, otra mujer desaparecida que conmueve a la sociedad santafesina.
"Venimos a acompañar a esta familia. Nosotros ahora estamos viviendo en Córdoba, pero me enteré del caso y viajé para apoyarlos. Esperemos que la puedan encontrar. De manera personal a los familiares les he pedido que no bajen los brazos y que vamos a estar acá ayudándolos y esperando que aparezca", dijo Ariel Acosta, su padre, durante la manifestación por Mónica Aquino el pasado martes 23 de mayo.
Catorce años de búsqueda
Natalia Acosta fue vista por última vez el 29 de mayo de 2009 en la esquina de 25 de Mayo y Suipacha. Ese mismo día, su padre denunció ante la policía su desaparición, que dio intervención a un juzgado de instrucción que caratuló la investigación como “paradero”. Acosta era sostén de hogar con los ingresos que generaba como trabajadora sexual, y ayudaba económicamente a parte de su familia. Hacía un tiempo que era víctima de violencia de género de su pareja. Su familia siempre denunció que a Natalia la había captado una red de trata.
Hasta el 2016 la Justicia de la provincia de Santa Fe mantuva la causa como de "averiguación de paradero" cuando pasó al fuero federal bajo la carátula de Trata de Personas.
Un año después, en 2017, se detuvo en una vivienda de barrio Guadalupe a Osvaldo Cerri, un hombre de 58 años íntimamente ligado al mundo prostibulario santafesino. Según estableció la investigación, Cerri habría sido cliente de la chica y ese día habría estado cerca de la joven de 21 años.
En este sentido, se detectó que las antenas de teléfono de Cerri en Las Flores y el de Acosta, estuvieron en la misma zona geográfica. A su vez, una testigo que declaró en la causa y que acompañaba a Acosta en esa esquina sostuvo que Cerri se había contactado con la joven previo a la desaparición.
Otro testimonio aportado en la causa federal determinó que Cerri le ofreció a Acosta trabajar en el bar Místico los días domingos. En dicho ofrecimiento Cerri había asegurado que era uno de los propietarios del club nocturno pero según estableció la pesquisa, el entonces imputado era un simple "relacionista público" del bar.
Cerri estaba en prisión preventiva desde 2017 hasta el 15 de abril de 2019, cuando en el anexo Nº 1 de la cárcel de Las Flores, el hombre de 58 años falleció a causa de un paro cardiorrespiratorio.
También en el 2019 falleció, María Cristina, la mamá de Natalia Acosta, sin saber qué ocurrió con su hija.
Ante la pregunta de cómo hacen para seguir impulsando la causa de su hija y no bajar los brazos, Ariel aseguró: "Esta fuerza es la que me hace seguir en la lucha, como la de la familia de Mónica Aquino. Yo a mi hija la quiero encontrar sana y salva".
Fuente: El UNO Santa Fe