Los fondos serán destinados a ampliar la Tarjeta Alimentar y garantizar que cubra el 95% del valor de la Canasta Básica.
El Gobierno nacional oficializó la aprobación de un contrato de préstamo con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) por un monto de USD 300 millones, que será destinado al fortalecimiento de la seguridad alimentaria en los sectores sociales más vulnerables.
La medida fue formalizada a través del Decreto 421/2025, publicado este lunes en el Boletín Oficial, y se enmarca dentro del denominado “Programa de Apoyo a la Prestación Alimentar”, que busca ampliar el alcance y la cobertura del beneficio otorgado mediante la Tarjeta Alimentar y otros instrumentos de ayuda directa.
Según lo establece el decreto, el financiamiento tendrá un plazo total de 15 años, con un período de gracia de 36 meses, ambos contados desde la fecha de entrada en vigencia del contrato.
“Estamos preparando un proyecto con el Gobierno por USD 300 millones para el Alimentar, que probablemente sea aprobado en julio por el Directorio. Obviamente, mantendremos nuestros programas con provincias y municipios”, había adelantado el presidente ejecutivo del organismo multilateral, Sergio Díaz-Granados.
La ejecución del programa contempla dos componentes principales: uno de apoyo presupuestario directo al esquema de la Prestación Alimentar y otro destinado a cubrir gastos complementarios asociados a la implementación de esta política pública.
Una de las modificaciones clave que permitirá este nuevo financiamiento es la ampliación del rango etario de los beneficiarios. A partir de la entrada en vigencia del préstamo, se extenderá el límite de edad de los niños y adolescentes alcanzados por la asistencia, que pasará de los 14 años actuales a los 17 años.
De este modo, se busca cubrir un universo más amplio de hogares con necesidades básicas insatisfechas, particularmente aquellos que atraviesan situaciones de indigencia o pobreza estructural.
Este nuevo acuerdo con CAF se alinea con los compromisos asumidos por la Argentina en el marco del programa de facilidades extendidas firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En particular, el entendimiento establece que las transferencias monetarias vinculadas a la Tarjeta Alimentar y la Asignación Universal por Hijo (AUH) deben cubrir al menos el 95% del valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), conforme a los datos que releva mensualmente el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Desde el Ministerio de Economía señalaron que en marzo pasado, la cobertura de estos beneficios ya alcanzaba el 95,1% del valor de la CBA, que en ese momento se ubicaba en $160.393 mensuales para un hogar tipo. El nuevo préstamo de CAF permitirá sostener y expandir esa proporción, aun frente a eventuales presiones inflacionarias o ajustes de precios en productos de primera necesidad.
Este instrumento de asistencia social beneficia actualmente a más de 4 millones de personas en todo el país. Entre los grupos alcanzados se encuentran madres y padres con hijos menores de edad, mujeres embarazadas, personas con discapacidad y madres con siete hijos o más que perciben pensiones no contributivas. El refuerzo en los montos y la ampliación del rango etario buscan reforzar el tejido de contención social en un contexto de alta vulnerabilidad.
El presidente Javier Milei decidió incrementar los montos de la Prestación Alimentar en los primeros meses de su gestión como respuesta a la emergencia social desatada tras la devaluación de diciembre de 2023.
Según los últimos datos oficiales, la pobreza alcanzó al 38,1% de la población argentina al cierre de 2024, mientras que la indigencia se redujo a 8,2%, mostrando una mejora respecto al primer semestre de ese año, cuando había trepado al 18,1%.
En términos absolutos, se estima que unas 6,9 millones de personas salieron de la pobreza entre el pico registrado en la primera mitad de 2024 y fin de ese mismo año. De ellas, aproximadamente 4,64 millones lograron superar la línea de indigencia.
Con este nuevo desembolso, el Gobierno espera consolidar esa tendencia y avanzar en el cumplimiento de los objetivos pactados con los organismos multilaterales de crédito.